La Segunda División es una de las categorías más apretadas del fútbol profesional. En la Liga Hypermotion no sorprende cuando un equipo de la zona baja de la tabla gana a uno de la parte noble, o si un conjunto que acumula meses sin victoria engancha una racha en la que parece imparable.

El recurso clásico para hacer una quiniela -mirar la clasificación- de poco sirve en el caso de Segunda División, ya que del segundo clasificado al décimo hay cinco puntos. Dos partidos distancian la gloria del ascenso directo de las posiciones templadas, aquellas que no dan acceso a las eliminatorias a Primera División pero te mantienen alejado del temido descenso a 1ª RFEF, plagada de gigantes en horas bajas.

La tabla evidencia la dificultad de la competición: Real Zaragoza (13º) y CD Tenerife (14º), equipos con aspiración de colarse entre los seis primeros, marcan el mayor en la clasificación con cuatro puntos sobre su perseguidor, el Mirandés, 15º con 33 puntos.

La distancia a la que tienen Zaragoza y Tenerife su objetivo, seis puntos, es ligeramente inferior de la renta que han cosechado sobre el abismo del descenso, siete puntos.

Los 'codazos' en la segunda máxima categoría del fútbol español saltan a la vista al comprobar las tendencias actuales: solo el Espanyol acumula dos victorias seguidas, mientras que en las últimas cinco jornadas -además de los pericos- únicamente han sido capaces de encadenar triunfos Elche, Racing de Santander y Cartagena.

Precisamente el Cartagena es uno de los mejores ejemplos de las particularidades de la categoría. Hasta la jornada 18, los murcianos eran colistas con una sola victoria; sin embargo, la llegada de Iván Calero ha impulsado a los cartageneros, que son el equipo más en forma de las últimas 10 jornadas. En el otro extremo está el líder, el Leganés, que después de exhibir su solidez en la primera vuelta suma una única victoria en cinco partidos.

Las cuentas de Segunda División

El manual no escrito de ascenso de Segunda a Primera destaca la importancia de aprovechar las dinámicas positivas. Se trata de ese tramo de temporada en los que las victorias caen solas, y en el que los malos días, sobre todo si son fuera de casa, al manos hay que sumar.

El estado de forma, trascendental en cualquier competición, acentúa su valor en la Liga Hypermotion. Desde la temporada 2010/2011, cuando se cambió el formato a las promoción por la tercera plaza de ascenso, solo ha subido a Primera el equipo que finalizó tercero la liga, en teoría el favorito por su desempeño en toda la campaña.

En 13 años, cinco son las veces que el equipo que ha obtenido el billete a Primera División vía promoción lo ha hecho tras finalizar sexto en liga. En varias ocasiones esa posición premiada se ha conseguido a última hora y sin ser un habitual en las puestos de privilegio, lo que refuerza el poder de las tendencias en Segunda.

La situación después de 28 jornadas en Segunda refleja la esencia de una categoría en la que reina la igualdad. Todos llegan con posibilidades de ganar a cualquier partido, más si es en casa, donde los locales dominan tanto que en la jornada 26 ninguno de los 11 visitantes fue capaz de marcar lejos de su feudo.

14 de los 22 participantes aparecen en la pelea por el ascenso y los estrechos márgenes impiden la relajación de los contendientes. Solo dos serán los agraciados con el ascenso directo, mientras que cuatro disputarán en junio la promoción de ascenso, un embudo que deja un único premiado y al menos tres víctimas.