Una nueva tormenta sacude el deporte en Marruecos tras la desaparición de cinco jugadores de la selección nacional sub-19 de balonmano durante un torneo internacional celebrado esta semana en Polonia. Los jóvenes, que participaban en una competición juvenil en la ciudad de Cracovia, abandonaron la concentración sin aviso y, hasta el momento, no han sido localizados.
Según informó el medio oficialista marroquí H24Info, los jugadores aprovecharon los últimos días del torneo para desaparecer del hotel donde se alojaba la delegación nacional. El hecho ha generado una ola de críticas hacia la Federación Real Marroquí de Balonmano por la falta de supervisión y por no haber designado un responsable administrativo que acompañara al grupo.
La situación ha tomado un giro aún más grave tras revelarse que un miembro de la delegación, mayor de 30 años, podría estar implicado en redes de migración irregular. La Autoridad Nacional Anticorrupción en el Deporte ha calificado el caso como un “escándalo deportivo y diplomático” y ha solicitado la apertura de una investigación administrativa urgente para esclarecer lo ocurrido y depurar responsabilidades.
Un patrón repetido
Esta no es la primera vez que deportistas marroquíes aprovechan competiciones en el extranjero para desaparecer. A finales de junio, dos jugadores de la selección sub-21 también se esfumaron durante una escala en Italia, en su camino hacia el Mundial. En 2022, incidentes similares se registraron con atletas marroquíes en torneos en Polonia y Eslovaquia, incluyendo casos en el fútbol para amputados.
Diversos medios oficialistas marroquíes, como Yabiladi y Barlaman Today, señalan que uno de los jugadores ya había sido advertido por su club, el Majd Souk Sebt, por actitudes sospechosas, pero aun así fue convocado por la federación. Las autoridades deportivas están ahora bajo presión, especialmente tras las críticas del Parlamento, donde se ha exigido al Ministerio de Educación Nacional que abra una investigación oficial.
Más allá del deporte
Analistas coinciden en que este tipo de desapariciones reflejan un problema estructural que trasciende el ámbito deportivo. Muchos jóvenes atletas ven en estos torneos internacionales una oportunidad para emigrar irregularmente a Europa, motivados por la precariedad económica y la falta de oportunidades en su país de origen. Según reveló el Barómetro Árabe el año pasado, el 55% de los jóvenes marroquíes quiere emigrar. Con 38 millones de habitantes, la edad media en Marruecos se sitúa en los 29,5 años. Según estadísticas gubernamentales publicadas hace dos años, Marruecos cuenta con 5,9 millones de jóvenes de entre 15 y 24 años. De ellos, uno de cada cuatro no trabaja ni está escolarizado ni sigue ninguna formación. Este porcentaje está copado por las mujeres (73%), de las que el 41% está casada.
La reiteración de estos casos afecta directamente la imagen de Marruecos en el exterior y amenaza con poner en riesgo la participación futura de sus selecciones en eventos internacionales. También genera inquietud diplomática con los países anfitriones, como Polonia e Italia, donde ya se han encendido las alarmas.
Medidas urgentes
Para tratar de detener esta sangría, la federación se plantea implementar un nuevo protocolo de supervisión en los desplazamientos internacionales, incluyendo el acompañamiento de responsables administrativos y medidas disciplinarias más estrictas.
Además, el caso podría derivar en sanciones y una reestructuración interna en la dirección de selecciones juveniles. La desaparición de los cinco jugadores sigue sin resolverse, y las autoridades diplomáticas marroquíes en Varsovia trabajan en colaboración con la policía polaca para intentar localizarlos.
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