María Bobenrieth nació en Chile, estudió en Estados Unidos y ahora vive en Ámsterdam. Como directora global del área de Inversión en la Comunidad en Nike, apoyó hace ocho años el lanzamiento de Women Win , una organización internacional que lucha por la igualdad y el empoderamiento de la mujer a través del deporte. Esta activista con 25 años de experiencia hace balance para El Independiente sobre  la Conferencia Iberoamericana sobre Objetivos de Desarrollo Sostenible que se celebró en Salamanca el pasado mes de junio. Bobenrieth llevó a la cumbre la cuestión de género, recogida por Naciones Unidas en el ODS número 5.

¿Qué sensación tiene tras su paso por la Conferencia Iberoamericana de Salamanca?

Considero que fue súper interesante, ya que desde la organización se hizo un excelente trabajo tocando los puntos más importantes de los ODS. El trabajo que se realizó fue un diálogo muy importante entre gobiernos, empresas y la sociedad en general. Fueron conversaciones innovadoras, y para mí esa fue la clave.

¿Echó en falta algún tema por tratar más en profundidad?

Un asunto que no vi que se tratara mucho fue el de género, y creo que se podría hacer más hincapié en estos temas. Esto sería un tema clave para que funcionen todos los ODS, no sólo el punto 5, pues la cuestión de género es trasversal e influye en todos los demás.

María Bobenrieth

¿Qué pueden aportar a la Agenda 2030 tanto España como los países Iberoamericanos?

España y los países sudamericanos tienen un machismo diferente al resto del mundo, porque son muchas mujeres las que lo perpetúan y forman parte de este sistema patriarcal. Es complicado, pero poco a poco va cambiando esta concepción y si en Latinoamérica y España se logra cambiar esto será un ejemplo para el resto del mundo. Hay más dinero, más desarrollo y más educación, pero el machismo sigue muy vivo.

¿Cómo colabora Women Win con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible?

Somos una organización internacional con base en Ámsterdam. Desde 2007 hemos tenido un impacto en las vidas de 2.822.400 adolescentes y mujeres jóvenes en más de cien países.  Women Win actualmente apoya iniciativas en Asia, África, Medio Oriente, Norte y Sudamérica. Trabajamos el deporte para conseguir que las niñas adolescentes puedan lograr y adquirir sus derechos. Trabajamos sobre todo los derechos enfocados hacia la violencia de género, los derechos sexuales y reproductivos y el empoderamiento económico de las chicas adolescentes.

¿En qué países están trabajando en estos momentos?

Trabajamos en muchos países y muchas partes del mundo con diferentes organizaciones, pero los proyectos más interesantes en estos momentos son los que se están llevando acabo en Pakistán. Se trata de un programa en el que se está utilizando el deporte para empoderar a las niñas y que entiendan más sus derechos. En muchos casos los derechos de las niñas legalmente existen pero no se conocen ni se ponen en práctica porque las comunidades no los respetan. Por ejemplo, si los padres están tratando de casarlas muy jóvenes ellas pueden negarse, no digo que sea fácil, pero pueden hacerlo y tienen la información. En Pakistán estamos haciéndolo a través del fútbol; allí no resulta un problema porque no está tipificado como deporte masculino como sí pasa con el criquet.

Otros lugares donde estamos trabajando es en Laos, Vietnam, Filipinas… y lo hacemos a través del rugby.

¿Por qué el deporte como herramienta?

El deporte es una herramienta que atrae muchas cosas interesantes sobre todo en el periodo en el que ni son niñas, ni son adolescentes. Ese momento es determinante para su futuro y el deporte es una manera de ayudarles a romper barreras. Esos años son un espacio en el que se cambia toda esa noción de género heredada. Hay que tener en cuenta que para los niños se amplía como 16 veces el espacio, pero para una niña el espacio se hace ocho veces más pequeño a esas edades, ya que no puede salir sola a la calle debido a los peligros a los que se enfrenta. Es en este contexto cuando el deporte les hace sentirse libres, sentirse bien con sus cuerpos.

¿Cómo ayuda el deporte a ese empoderamiento de la mujer?

Todos los deportes enseñan a las mujeres que ser femenina no está reñido con ser fuerte tanto físico como mentalmente. No está reñido con ser independiente, tener los músculos desarrollados… practicar deportes les hace sentir fuertes, libres y capaces de lograr todos sus objetivos.

La sociedad está cambiando en esta generación, pero todavía queda mucho. No creo que se llegue a la igualdad total de género, pero sí es importante el empoderamiento de la mujer, y esto empieza con las niñas. El mundo no va a cambiar si las mujeres no están en posición de liderazgo. Tengo mucha confianza en las generaciones que vienen, creo que la tecnología puede ayudar mucho.

Usuarias en Vietnam.

Cuando comienzan con un proyecto ¿cuáles son los principales obstáculos con los que se encuentran?

Los problemas son los mismo en la mayoría de los países, y es que los padres entienden que las chicas deben participar en estos proyectos, pero se preocupan por lo que les puede pasar en el trayecto desde su casa hasta la pista donde van a practicar el deporte. Tener entrenadores hombres solamente para chicas adolescentes es otra de las cosas que preocupa, por lo que buscamos siempre el equilibrio y cuando hay entrenadores creamos un protocolo de actuación.

Trabajamos con organizaciones locales para poder salvar esas dificultades con mayor facilidad, porque son los que conocen las culturas locales. Lo más importante para nosotros es que las niñas comprendan que son capaces de hacer otras cosas además de ser amas de casa.

¿Cómo enfocan la lucha contra la violencia de género?

La violencia de género procede de la violencia en la casa, en la calle, en espacios públicos y también en los gobiernos. Por ejemplo, nosotros trabajamos mucho en Latinoamérica, donde se encuentran ocho de las diez ciudades más violentas del mundo. La violencia de género en estas ciudades es complicada de tratar, porque procede de los hombres tóxicos, pero también de las propias mujeres y eso es complicado de cambiar. Si les preguntas, la mayoría contestarán que la mamá debe quedarse en la casa aunque les agredan, porque sino destrozarán la familia.

Niñas de Laos jugando al rugby.

¿Cómo trabaja Women Win en los diferentes escenarios?

Trabajamos con organizaciones locales como por ejemplo en Centro América trabajamos con el Fondo Centroamericano de Mujeres o en México con el Fondo Semillas. Por ejemplo, para tratar el tema de los embarazos adolescentes juntamos a madres jóvenes con adolescentes y les explican como es la vida de madre, lo que supone, lo que han tenido que dejar de hacer… todo ello para que vean la realidad, porque muchas recurren a los embarazados creyendo que así pueden solucionar sus problemas.

¿Cómo se decide en que países o zonas trabajar?

En general tiene que ver con los donantes. Por ejemplo, el gobierno holandés apoya mucho los países de Centro América. El dinero hay que buscarlo, y eso es una de las cosas que vi muy interesantes en las jornadas de Salamanca, porque comprobé que las empresas quieren invertir en ello.

¿Con quién crean alianzas para poder trabajar en los países?

Estamos trabajando con el Comité Olímpico Internacional, con ONU Mujeres, con organizaciones locales como por ejemplo la Lao Rugby Federation de Laos, con el sector privado, así como con corporaciones, gobiernos y asociaciones de mujeres. Creemos que el deporte es algo muy positivo para conseguir el empoderamiento, la liberación de la mujer y la igualdad.

¿España sería un punto interesante para trabajar?

En España hemos hecho algunos proyectos, pero no trabajamos de forma continúa, y nos gustaría porque vemos necesidad sobre todo en lo que respecta a las mujeres inmigrantes.