La garantía de apoyo por parte de los bancos centrales sigue siendo el ingrediente favorito de los mercados. La decisión adoptada este miércoles por la Reserva Federal de EEUU de mantener sin cambios los tipos de interés ha sido acogida con alegría por los inversores, que también celebran el repunte de los precios del petróleo y la debilidad del dólar.

Bolsas, bonos y materias primas evidencian casi sin excepciones el optimismo renovado en los parqués. Especialmente los mercados de deuda se han convertido en receptores de las apuestas de los inversores. La rentabilidad de la deuda española (que evoluciona de forma inversa a los precios) cae así con fuerza, tocando por momento los niveles más bajos de su historia. El interés del bono español cayó desde el entorno del 1% y llegó a cotizar por primera vez por debajo del 0,9%, aunque posteriormente remontó hasta el 0,92%, su cota más baja en un mes. El tipo de los títulos a cinco años también cae con fuerza acercándose cada vez más a la barrera de las tasas negativas.

El buen tono de la deuda actúa también como estímulo del Ibex, que alcanza su nivel más elevado en dos semanas, al borde de los 9.000 puntos. El índice se anota algo más del 2% y recupera en torno al 3% en las dos últimas jornadas. Entre los valores que más han respaldado el buen tono de la bolsa española resalta Inditex, con ganancias superiores al 3,5%, tras recibir el respaldo de las casas de análisis tras presentar sus resultados. Por contra, CaixaBank sufre un castigo próximo al 5%, tras elevar su oferta por la portuguesa BPI.