La industria de los videojuegos es, por quinto año consecutivo, la líder dentro del sector de la economía puramente digital. En el año 2015 generó 510 millones de euros en facturación sólo en España, según el Libro blanco del desarrollo español de videojuegos 2016, elaborado por la Asociación Española de Empresas Productoras y Desarrolladoras de Videojuegos (DEV), con el apoyo de ICEX España Exportación e Inversiones.

Esta cantidad, que es un 24% mayor que la del año 2014, no va a parar de crecer. Según las previsiones del informe, en el año 2019 la industria alcanzará un volumen de facturación de más de 1.100 millones de euros. Para rondar esas cifras el sector tendrá que mantener un crecimiento del 22% anual hasta dentro de tres años, algo que el estudio considera más que factible.

A la vez que crece la facturación lo hace también la capacidad de la industria para generar empleo. En el año 2015 había 4.460 personas cuyo trabajo estaba directamente relacionado con los videojuegos, mientras que la cifra se eleva hasta 7.800 puestos de trabajo si tenemos en cuenta los indirectos. Esta cifra, ya importante, crecerá hasta más allá de los 10.000 puestos de trabajo directos en el año 2019.

La industria del videojuego española no es sólo una de las principales dentro de la economía digital en España, sino que es muy pujante en el exterior. Hasta 265 millones de euros, el 52% de la facturación total, llegaron gracias a la exportación de productos creados por empresas españolas. Norteamérica, precisamente la región más importante del mundo dentro de este sector, es el principal destino de estas exportaciones, pues un 22% de la facturación llega desde allí.

Desde el Viejo Continente proviene el 19% del volumen del sector, mientras que apenas un 5% de las exportaciones va hasta Latinoamérica.

España es, teniendo en cuenta los datos del año 2015, la octava mayor industria de videojuegos del mundo gracias a esa facturación de 511 millones de euros. Bien es verdad que estamos muy lejos de los transatlánticos de la industria, pero es muy complicado competir contra países con enormes grupos multimedia que poseen estudios de videojuegos, como es el caso de Ubisoft en Francia o de Rockstar, Electronic Arts o Activision en Estados Unidos.

Dentro de sus posibilidades, el sector español no está demasiado lejos de países escandinavos como Finlandia o Suecia, y supera a países del centro del continente como Países Bajos o Dinamarca.

Además de la facturación, una buena métrica para reflejar el verdadero estado de una industria es el número de sociedades que componen su tejido empresarial. En España hay 480 compañías dedicadas a la industria de los videojuegos, un 20% más que en el año 2014. Casi todas ellas comparten, además, una característica: su juventud. El 63% de ellas se crearon hace menos de cinco años, mientras que el 85% no existía hace una década.

Esta cifra es bastante elevada en comparación con la de otros países punteros, pues Francia apenas cuenta con 250 empresas dentro de la industria del videojuego. Evidentemente las del país vecino son mucho más grandes y han ido aglutinando a firmas más pequeñas a lo largo de los años. El país más destacado por número de empresas es el Reino Unido, que supera el millar.