La deuda total que acumula España actualmente es similar a la de hace un año, superior a los 2,7 billones de euros. La factura sin pagar apenas ha variado, pero no porque las familias y las empresas no hayan reducido a marchas forzadas sus debes, sino porque las administraciones públicas, con saldo deudor cada vez más alto, están neutralizando ese esfuerzo.

Así lo evidencian los datos publicados por el Banco de España. Los hogares acumulaban al cierre de septiembre una deuda de 715.653 millones de euros, unos 1.600 millones menos que un mes antes y un 1,6% que hace un año.

Lo cierto, es que los hogares han ido reduciendo su deuda en los últimos ejercicios por el efecto que supone la amortización de las hipotecas contraídas en años anteriores y por el menor coste de la vivienda a lo largo de la crisis. Además, se deja notar en su grado de apalancamiento la caída de los tipos de interés.

Con estos ingredientes, el saldo deudor de los hogares se ha reducido un 18% desde el inicio de la crisis, en 2008, cuando alcanzo su nivel máximo antes de comenzar a descender, con 908.160 millones de euros.

Las empresas también se están viendo favorecidas por unas mejores condiciones de financiación. En su caso, la deuda comenzó a repuntar en el mes de agosto, y también lo ha hecho en septiembre, pero a un ritmo interanual del 0,5%. En comparación con el mes anterior el incremento no sobrepasa los 30 millones de euros, hasta los 914.983 millones.

Sin embargo, en comparación con el inicio de la crisis, el saldo deudor de las sociedades no financieras ha caído un 22%.

Desde el pasado mes de junio, la deuda de las empresas se sigue reduciendo en el capítulo de préstamos concedidos por la banca en España y lo hace a tasas superiores al 1%.

Además, son estos créditos los que explican que el drástico proceso de desapalancamiento experimentado por las empresas desde 2008, cuando su deuda alcanzó los 1,2 billones de euros.

La razón principal es el saneamiento de los balances de las entidades al traspasar sus activos inmobiliarios tóxicos a la Sociedad de Gestión de Activos de Procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb) en 2013.

Ese año, la deuda de las empresas descendió casi un 6%, debido sobre todo a que la rúbrica de préstamos de entidades de crédito residentes cayó hasta un 9,4% por este proceso de traspaso de activos.

Pero la deuda de la administración sigue creciendo

Sin embargo, la deuda de las administraciones públicas ha vuelto a crecer y supera los 1,1 billones de euros, cerca ya del 50% de la deuda total. Concretamente, el montante se ha incrementado un 4,6% respecto a los niveles de septiembre de 2015.

La principal partida de deuda de las administraciones se concentra en valores a medio y largo plazo, que alcanzan los 824.328 millones de euros, el 75% del total y que se han incrementado un 7% respecto a septiembre de 2015.

Con este último repunte, y dejando a un lado el incremento de la deuda de las sociedades de 30 millones en el último mes, las administraciones han incrementado su factura en 1.378 millones en septiembre, anulando la reducción de la deuda de las familias de 1.600 millones respecto a agosto.