El banco HSBC, la mayor entidad financiera europea, está pendiente de España y no le gustan algunas cosas que ve. Sus principales preocupaciones son que, en línea con el salario mínimo, se produzca un aumento importante de los salarios, y que se revierta una parte de la reforma laboral. Según asegura en un reciente informe, ese camino solo llevaría a un frenazo en la creación de empleo.

Desde que se formara el Gobierno, el salario mínimo interprofesional (SMI) ha experimentado una subida con escasos precedentes del 8%; los salarios pactados en convenio subieron algo más de un 1% en 2016  --la CEOE ha abierto la mano a aumentarlos hasta un 2% en 2017-- y aún está pendiente de fijarse el incremento salarial para los funcionarios.

Al respecto, el PSOE quiere negociar con el Gobierno un aumento por encima del IPC en el marco de los Presupuestos para este año.

Con este panorama, el banco avisa de que unas “mayores subidas salariales en el futuro podrían impulsar el consumo doméstico, pero también reducir la competitividad de España y la creación de empleo”.

El informe recuerda en su diagnóstico que España crecerá menos este año menos que el pasado por un peor comportamiento del turismo. También avisa de que el crecimiento del crédito se ha ralentizado en los últimos compases de 2016, al tiempo que es previsible que la política monetaria del BCE vaya abandonando su perfil expansivo en 2017 y, por ello, deje de remar a favor del crecimiento económico de España.

Asimismo, el HSBC también recuerda que el Gobierno español ya ha aprobado nuevas medidas de ajuste del déficit, para reducirlo hasta el 3,1% del PIB este año, que “no tendrán un impacto sustancial en la economía, pero que supondrán un freno para el crecimiento”. Además, tampoco cree que sean suficientes para llevar a cabo un ajuste fiscal de esa envergadura.

Temor a cambios en la reforma laboral

Por otro lado, el HSBC vaticina que un Gobierno en minoría de Mariano Rajoy se encontrará con problemas para implementar nuevas reformas y no podrá frenar un “giro de 180 grados” en algunas ya acometidas, como la del mercado laboral.

Precisamente, el banco considera que es “prioritario” dar otra vuelta de tuerca a esta reforma, ante la persistencia de una alta tasa de temporalidad y de paro de largo duración. Para ello, propone mejorar la educación y el sistema de formación, al tiempo que introducir mayor “flexibilidad” en los contratos.