Las elecciones francesas aún no tienen un ganador definitivo. Pero la banca europea se ha erigido ya en la principal beneficiaria de los resultados conocidos este domingo.

El optimismo que ha recorrido este lunes los mercados financieros ha tenido en el sector bancario al principal referente. La confianza en que Emmanuel Macron se alzará con la victoria final el próximo 7 de mayo, evitando el triunfo del populismo antieuropeo, encarnado por la líder del Frente Nacional Marine Le Pen, ha sido recibido con júbilo por los inversores. Y la disminución de los riesgos ha sido especialmente beneficiosa para las entidades financieras.

Obviamente, la banca francesa ha ocupado un papel destacado en el movimiento. Crédit Agricole y Société Générale se anotaron subidas superiores al 10%; Natixis escaló un 9% y BNP Paribas repuntó un 7,5%.

Pero el buen tono fue generalizado en la eurozona. El índice bancario del EuroStoxx registró una ganancia del 7,37%, lo que supone su mejor desempeño desde, al menos, 2012, cuando el sector se vio envuelto en los avatares de la crisis del euro. Esta fuerte subida se tradujo en una ganancia de 45.331 millones de euros en capitalización para los veinticinco bancos englobados en el índice. En total, su valor asciende ya los 658.660 millones de euros.

El sector bancario de la eurozona, que acumula un repunte superior al 70% en los últimos nueve meses, cotiza tras este repunte en su mejor nivel desde finales de 2015.

Las perspectivas para el sector, además, siguen apuntando al alza. "Los flujos de inversión hacia los bancos podrían beneficiarse de una menor incertidumbre política sobre Europa, mejores tendencias macroeconómicas, recuperación de ganancias y rentabilidad, así como una mayor posición de capital en comparación con el pasado. Esperamos que los bancos franceses e italianos se comporten mejor entre los bancos europeos", destacan los analistas de Citi.

Asimismo, en UBP resaltan la perspectiva de mejora de los resultados, "especialmente en un momento en que el BCE gira hacia políticas más neutrales en adelante". De hecho, la dilución de los riesgos políticos en Europa ha llevado a firmas como M&G a sugerir que el BCE podría anunciar en los próximos meses el inicio de la retirada de su programa de compra de deuda QE y a elevar el tipo de la facilidad de depósito en los primeros compases de 2018.

Los franceses Société y Credit Agricole han remontado en torno al 10% en la sesión

En la sesión del lunes, además de la banca francesa, despuntaron las entidades trasalpinas. UniCredit escaló un 13,2% y UBI Banca, un 10,36%. Por su parte, Banco BPM e Intesa Sanpaolo sellaron ganancias en el entorno del 7,5%.

También fue reseñable el comportamiento de la banca germana, aliviada por el repunte de rentabilidades de la deuda del país -el interés del bono alemán a 10 años escaló ocho puntos básicos, hasta el 0,33%. Commerzbank y Deutsche Bank ganaron más del 9%.

La banca española no se situó entre la más aventajada en la jornada, pero tampoco dejó pasar la oportunidad. Destacaron los grandes bancos, BBVA y Santander, con subidas del 7,32% y el 5,82%.

De este modo, Santander logra conservar el primer lugar por capitalización entre la banca de la eurozona, con un valor de 87.494 millones de euros, aunque BNP Paribas, que alcanza los 83.125 millones, le recorta posiciones.

El Ibex, en máximos de veinte meses

El buen hacer de la banca española ha sido fundamental para que el Ibex firmara este lunes su mayor subida desde octubre de 2015. El índice escaló un 3,76% y se situó en los 10.766 puntos, su nivel más elevado en veinte meses. Además de la banca, destacó el tirón de Indra -tras el revés del pasado viernes- y de Gas Natural, ante la especulación de que podría vender una participación en su negocio de distribución. Ambas compañías sumaron más de un 5% en la sesión.

La prima de riesgo española se reduce 17 puntos básicos, hasta los 129 puntos

La mejora de la banca estuvo favorecida por el comportamiento del mercado de deuda, donde las primas de riesgo se contrajeron de forma notoria. Así, el interés del bono francés a 10 años recortó doce puntos básicos, hasta el 0,73%, mínimos desde inicios de 2017. El movimiento también favoreció a la deuda de España e Italia, donde la rentabilidad de los títulos a diez años se redujo cerca de diez puntos básicos, hasta el 1,62% y el 2,17%, respectivamente.

En cambio, las ventas golpearon a los bonos de los países considerados más seguros, como el alemán y el holandés, ante el mayor apetito por el riesgo de los inversores.

De este modo, la prima de riesgo española se redujo 17 puntos básicos hasta los 129 puntos.