El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, cree que es "absurdo esconder" algo tan evidente como que los pensionistas perderán poder adquisitivo en 2017 porque sus pensiones subirán un año más un 0,25%, pero la inflación avanzará un 2,2% de media, según sus previsiones.

El origen de este empobrecimiento es la aplicación inflexible de la reforma de las pensiones de 2013, en la que se introducía una fórmula de revalorización de las prestaciones que tiene en cuenta, en otros parámetros, la evolución de la economía. El mínimo anual previsto es de ese 0,25%.

En este sentido, la pérdida de poder adquisitivo amenaza con prolongarse durante los próximos años. Los analistas esperan subidas de las pensiones en mínimos durante unos cuantos ejercicios más, mientras que la previsión de IPC del Banco de España apunta a subidas del 1,4% en 2018 y del 1,6% en 2019.

En plena recuperación, la reforma ha provocado que desde su puesta en marcha se hayan venido revalorizando las pensiones un 0,25% cada año. Hasta 2016 no hubo problemas puesto que la inflación se mantenido por debajo de esta cifra. Sin embargo, la situación se va a revertir este año de forma que, si se cumple la previsión de IPC del Banco de España, los pensionistas perderán casi dos puntos de poder adquisitivo.

"Cuando teníamos inflación negativa o muy baja el sistema no generaba problemas", dijo Linde este martes durante su comparecencia ante la Comisión de Presupuestos del Congreso de los Diputados, para añadir a renglón seguido que: "Es razonable y sería absurdo esconder que vamos hacia una situación con más inflación y que eso llevará a pérdidas de poder adquisitivo; es un hecho clarísimo".

Dicho esto, Linde considera que ante esta situación "hay que tomar decisiones políticas" que corresponderían, en principio, al Parlamento y al Pacto de Toledo, en particular.

Y al mismo tiempo invertir más

Sin embargo, el gobernador del banco emisor ha dejado claro que no le corresponde a la institución que dirige el decidir qué dirección debe tomarse al respecto, mientras que, al mismo tiempo, ha lanzado otro mensaje con más concreción que afea también el diseño de los Presupuestos para 2017.

Y es que Linde considera que el Gobierno se equivoca al reducir el presupuesto de 2017 destinado a inversiones, como es el caso del recorte del 20% aplicado al capítulo de infraestructuras.

La ecuación es difícil. El Ejecutivo ha recurrido año tras año a una moderación de las inversiones en infraestructuras ante la necesidad de cuadrar el déficit público en un contexto de gasto creciente en pensiones, que ya suponen algo más del 40% del gasto total del Estado.

Así es que, al mismo tiempo que Linde demanda soluciones para evitar que los pensionistas se empobrezcan, lo que cabría pensar que llevará a que esa partida de gasto crezca aún más, llama también a no cargar las tintas de la consolidación fiscal en las inversiones.

Invertir de manera sostenida y suficiente

"La mitad de la reducción del déficit --de los seis puntos que se ha recortado desde 2012-- es reducción de la inversión pública, la gran partida de ajuste del déficit ha sido esa, y puede hacerse si no hay más remedio, pero un país como España no puede mantener siempre una inversión baja. Tenemos un problema", ha resumido Linde.

Y el problema no es otro que, sin una inversión "más sostenida y más elevad", España difícilmente podrá ser más competitiva, que es, a juicio del Banco de España, la clave de bóveda del crecimiento económico y la consolidación del déficit y la deuda pública.

Hay mucho en juego puesto que en un año en el que el crecimiento económico permitirá casi por sí solo cumplir con el déficit del 3,1% del PIB, una desviación a la baja exigiría nuevas medidas discrecionales para reequilibrar las cuentas.