Economía | Trabajo

El 44% de los contratos indefinidos ya son conversiones desde empleos temporales

Mientras el empleo se frena, estas conversiones se dispararon un 50% en agosto por el control de la Inspección o la maduración de proyectos empresariales, según expertos

Trabajador de la hostelería en Madrid.
Trabajador de la hostelería en Madrid. | Europa Press

Entre evidencias de ralentización en el mercado laboral, que ni el Gobierno niega ya, y la foto fija de una preocupante rotación de trabajadores de un contrato a otro en las fechas clave del verano, los datos de paro registrado y afiliación a la Seguridad Social dejaron un dato que podría ser cuanto menos esperanzador: el pasado mes de agosto se disparó la conversión de contratos de baja calidad, especialmente temporales, en indefinidos casi un 50%, un porcentaje excepcional que duplica el de las contrataciones fijas iniciales.

Por este motivo, el 43,6% de los nuevos empleos fijos se explican ya al paso desde un empleo de peor calidad a otro de mayor estabilidad y el resto a la decisión de los empresarios de contratar desde cero y bajo esta modalidad a un trabajador.

Es una buena noticia, pese a que, por el momento, el volumen de empleos indefinidos, 153.921 el pasado mes, palidece ante el rodillo de los 1,6 millones de contratos suscritos en el mismo periodo. En cuanto a las causas, no hay una sola y, según expertos economistas y responsables sindicales consultados, podrían ir desde la intensificación de las tareas de la Inspección de Trabajo hasta una mejora de la confianza entre los empresarios.

Por lo pronto, el mes de agosto fue especialmente movido en lo que a contratación se refiere. En total se alcanzaron más de 1,6 millones de contratos, con una media de 1,37 suscripciones por trabajador, lo que da la medida de la gran rotación que se produjo en el último mes. Como credencial, el mes ha destacado por haber alcanzado en su último día una cifra récord de más de 300.000 empleos destruidos.

En este maremágnum de contratos, la proporción de indefinidos se situó en 9,6%, si bien es un porcentaje que habla también de la estacionalidad que caracteriza siempre al mercado laboral en plena época vacacional.

Con todo, la contratación indefinida creció un 33,4% en agosto de este año, hasta los 153.921 contratos, y el dato merece un análisis. En detalle, lo que se observa es que este repunte no se debe tanto a una mayor contratación de inicio de personas bajo la modalidad indefinida. Tan solo 16.391 personas más tuvieron esta suerte en agosto respecto al año anterior, hasta 86.760 trabajadores, con un incremento, eso sí, del 23,2%.

Sin embargo, el número de conversiones subió en 22.148, un 49,2%, con lo que fueron estas el motor que revolucionó la contratación indefinida en agosto. Hasta 67.161 trabajadores se beneficiaron de este trasvase y el 63% a tiempo completo.

Es cierto que el análisis de los contratos fijos en un mes como este puede resultar poco significativa, pero si se atiende a la progresión respecto a los años anteriores resulta que el avance es evidente.

El peso de las conversiones ha crecido 10 puntos en cuatro años

Por ejemplo, en agosto de 2017 se firmaron 115.382 contratos fijos más (+9,75%). De entrada, su peso sobre el total fue menor, del 7,5% sobre el total de contratos. Y en el trasfondo, las conversiones crecieron un 9,75%, con 10.253 más, frente a los contratos iniciales, que crecieron un 5,96%, con 3.959. Si se observa en este caso el peso de las conversiones sobre el total de los contratos indefinidos firmados entonces, el resultado es un porcentaje del 39%, casi cinco puntos porcentuales menos que en 2018.

Retrocediendo aún más en el tiempo, el patrón se ha venido repitiendo año tras año, con un peso creciente de las conversiones del 34,4% en 2015 al 36,8% en 2016.

Se concentran en el sector servicios

Para poner 'cara' a estas conversiones, los escasos y descentralizados datos que ofrece Trabajo muestran que a primera vista el repunte se debe a la decisión de los empresarios de hacer fijos a trabajadores previamente contratados como eventuales o por aumento de la producción. De los 67.161 contratos convertidos, hasta 37.395, más de la mitad, tenían este origen. El incremento en este caso ha sido del 22,7%.

No obstante, otros 25.550 contratos procedían de la modalidad de obra y servicio. Es decir que, una vez acabada la tarea puntual que fue encomendada, los trabajadores se quedaron. En este caso el repunte respecto al año pasado ha sido del 136,9%.

Estos resultados aparentemente hablan de una mejora de la actividad y de la necesidad de las empresas de asimilar a trabajadores que inicialmente no habían sido contratados para quedarse. Esta es la lectura que sugiere el Ministerio de Trabajo.

Fuentes del departamento que dirige Magdalena Valerio, coinciden en que el aumento de conversiones en indefinidos es una tendencia que se viene dando y que puede responder a la consolidación de plantillas por la maduración se proyectos empresariales. "Empresarios que llevan tiempo con trabajadores temporales se animan a hacerlos fijos", señalan.

Para seguir diseccionando la cuestión, basta observar que alrededor del 75% de las conversiones se concentró en el sector servicios, y otro 15% en la industria. Comparando esta evolución con la de la afiliación en estos sectores, resulta que las actividades del sector servicios, dentro del frenazo del empleo en agosto, crecieron en su mayor parte en el entorno del 3%. La hostelería destacó entre ellas. De hecho, cabe recordar que, aunque la afiliación se resintió en agosto, en el caso del Régimen General se produjo un crecimiento del 3,7%.

Por otro lado, el hecho de que en el mes de agosto se haya producido un escalón más marcado que en meses anteriores en lo que ha conversiones de contratos se refiere podría deberse, según Trabajo, a la entrada en vigor del Plan Director, la primera gran iniciativa laboral del nuevo Gobierno de Pedro Sánchez, mediante la que se ha puesto en marcha sendos planes de choque contra el abuso en el empleo temporal y a tiempo parcial.

En este marco, la Inspección de Trabajo ha remitido cartas a miles de empresas advirtiendo de que podrían estar saltándose la legalidad en estas materias. "Puede que algunas empresas hayan tomado nota", afirman desde Trabajo, para añadir que, en cualquier caso, es difícil de saber.

Otros expertos consultados también barajan esta posibilidad, pero con escaso convencimiento. La cuestión es que el Plan Director, aprobado a finales del mes de julio, apenas habría tenido tiempo para desplegar sus efectos. En este sentido, la secretaria de Empleo, Cualificación Profesional y Migraciones de CCOO, Lola Santillana, cree que sí podría haber tenido un importante efecto el propio plan anual de la Inspección de Trabajo, que hace hincapié este año en la lucha contra el fraude en la contratación dentro del sector turístico.

¿Bonificados o no bonificados?

Por otro lado, la literatura económica viene manejando desde hace años que muchas de las conversiones de contratos temporales en indefinidos son producto de un uso oportunista de las bonificaciones en las cuotas a la Seguridad Social de las que se pueden aprovechar los empresarios en algunos casos.

Dicho de otro modo, una corriente de economistas considera que estas bonificaciones son peso muerto porque solo sirven para reducir las cuotas a empresas que habrían convertido o contratado con carácter indefinido, porque una decisión así no se toma por la disponibilidad de una ayuda temporal, y que sencillamente aprovechan la oportunidad. Estas mismas voces advierten de que, una vez superado el plazo vigencia de las ayudas, estos contratos suelen extinguirse.

En este caso, es difícil discernir si el incremento de las conversiones se debe a un mayor uso de las bonificaciones (lo que detraería ingresos a la Seguridad Social, lejos de ser un fenómeno enteramente positivo)  más que a la conversión, sin más de contratos temporales en indefinidos. De ser así, un incremento del peso de las conversiones sobre los contratos indefinidos podría indicar que los empresarios usan cada vez más ese 'truco' en detrimento de la Seguridad Social.

No obstante, Santillana y otros economistas consultados advierten de que el uso de estas bonificaciones es residual puesto que se aplican para la conversión, por ejemplo, de contratos en prácticas, relevo o sustitución por jubilación en empresas de menos de 50 trabajadores; de contratos de primer empleo; para la formación y el aprendizaje o en casos de violencia de género, víctimas del terrorismo o discapacitados.

Se trata, por tanto, de modalidades de partida no mayoritarias. De hecho, datos del Ministerio de Trabajo correspondientes al mes de julio (no están disponibles los del pasado mes de agosto), muestran que las conversaciones sujetas a bonificación supusieron casi 2.500 sobre un total de más de casi 71.000.

En este caso, el subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), José Ignacio Conde-Ruiz, recuerda que buena parte de las conversiones podría deberse a que los empresarios dan por bueno a un trabajador al que antes han hecho un contrato temporal a modo de periodo de prueba más prolongado.

Esta explicación coincidiría con el diagnóstico realizado por el secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, quien ve en la ralentización del empleo un signo de que se está llegando a niveles "relativamente razonables". En este caso, lo razonable sería ir sustituyendo el empleo temporal por el indefinido.

Sea como fuere, la única certeza es que no hay una explicación clara ni única al progresivo repunte de las conversiones de contratos, con lo que habrá que esperar a ver cómo evolucionan estas conversiones en el futuro.

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