La secretaria de Estado de Seguridad, Ana Botella, ha respetado hoy el derecho de los taxistas a la huelga, pero ha asegurado que "no pueden poner la ciudad patas arriba" ni "secuestrar a la ciudadanía". De este modo se ha pronunciado hoy Botella en el coloquio posterior a su discurso en un desayuno informativo organizado por Executive Fórum España, donde se ha referido a la huelga de los taxistas en Madrid, que han ocupado los carriles centrales del Paseo de la Castellana desde la Plaza de Colón hasta la de Emilio Castelar.

Botella ha defendido el derecho a manifestarse y concentrarse de los taxistas, pero España se ha dado unas normas de convivencia y "no se puede permitir que haya un abuso de esas normas". La número dos de Interior ha abogado por conciliar los derechos de los huelguistas con los del resto de los ciudadanos y ha reconocido que cuando las protestas son en la calle, como en este caso, hay que tener "mucha paciencia y mucho equilibrio para que una situación mal no se convierta en una peor".

Ha indicado que las grúas del Ayuntamiento de Madrid han procedido a retirar algunos taxis de la calzada y a sancionar, "haciendo cumplir la ley". "No pueden poner una ciudad patas arriba", ha añadido la secretaria de Estado de Seguridad, quien ha resaltado los costes económicos que tiene la protesta.

Mientras, la fiscal general del Estado, María José Segarra, que ha presentado a Botella en el desayuno, se ha referido a la huelga y, en declaraciones a los periodistas, no ha querido pronunciarse sobre si puede ser constitutivo de delito colapsar la ciudad. "Nunca se puede decir nada anticipadamente y para eso están las fuerzas de seguridad de Estado, para actuar, y la Policía local, para constreñir las protestas legítimas a los ámbitos que estén autorizados", ha recalcado. Mientras, la Fiscalía actúa cuando se producen los hechos. "Antes no vamos a decir nada", ha concluido.