El crédito al consumo está disparado. Las entidades financieras han tirado los precios de estos productos hasta mínimos históricos, en un entorno de atonía del negocio típico bancario -captar depósitos y conceder préstamos-. Con los tipos de interés al 0%, el crédito al consumo se ha convertido en una vía clave para mejorar los estrechos márgenes del sector y mejorar su rentabilidad.

Los préstamos concedidos en noviembre, último dato disponible del Banco de España, aplicaron una tasa media del 6,73%, cifra que no encuentra precedentes en las estadísticas que el supervisor financiero elabora desde 2003. Concretamente, para plazos de hasta un año, el tipo de interés es del 2,67%; para entre uno y cinco años, del 7,77% ; y para periodos más largos, del 7,30%. En agosto del 2008, la tasa superó el 11%.

El tipo medio pera plazos de hasta un año es del 2,67%; para entre uno y cinco años, del 7,77% ; y para periodos más largos, del 7,30%

Mes a mes, sobre todo por la creciente competencia en el sector, las entidades mejoran las condiciones, pese a que son más exigentes con los criterios de riesgo para concederlos. Es decir, bajan los precios pero piden que los clientes sean más solventes y aporten mayores garantías.

La última encuesta sobre préstamos bancarios del Banco de España pone en evidencia esta realidad. "Las condiciones generales de los nuevos préstamos se suavizaron de forma generalizada, tanto en nuestro país como, más moderadamente, en el conjunto de la eurozona". Paralelamente, "los criterios de aprobación se endurecieron ligeramente en los préstamos concedidos a hogares para consumo y otros fines".

El informe del Banco de España explica que "esta evolución se habría producido fundamentalmente como consecuencia de la menor solvencia percibida de los prestatarios, en tanto que las buenas perspectivas económicas generales habrían ejercido una ligera influencia en sentido contrario [...]".

En cambio, puntualiza, "las condiciones generales de este tipo de créditos se suavizaron de nuevo, como resultado de la mayor competencia. En particular, se habrían estrechado los márgenes aplicados a los préstamos ordinarios, mientras que los márgenes de los créditos de mayor riesgo y el resto de las condiciones se habrían mantenido estables".

Advertencias del Banco de España

En los últimos meses, el Banco de España y otras instituciones habían advertido sobre el riesgo del crecimiento desmedido del crédito al consumo. En noviembre, el saldo alcanzó los 189.709 millones,

Y es que desde 2014, el saldo de crédito al consumo ha ido recuperación sostenida, con unas tasas de crecimiento interanual que, a mediados de 2018, se situaban alrededor del 14% -tasa que se eleva hasta el 21% en el caso del crédito destinado a financiar el consumo de bienes duraderos-. Con ello, el incremento acumulado desde finales de 2014 es del 47%, según datos del Banco de España.

Los incrementos rápidos del crédito pueden llevar asociados algunos riesgos futuros para la estabilidad financiera"

Esta evolución contrasta con la de los otros segmentos del crédito a los hogares como el destinado a la compra de vivienda, cuyo saldo sigue contrayéndose en la actualidad, aunque a un ritmo cada vez más moderado.

"El mercado de crédito al consumo ha contribuido a la recuperación económica de los últimos años, principalmente a través de la financiación del aumento del consumo en bienes duraderos y, en particular, del vinculado con la adquisición de vehículos. Pero, como puso de manifiesto la última crisis, los incrementos rápidos del crédito pueden llevar asociados algunos riesgos futuros para la estabilidad financiera y macroeconómica al elevar la vulnerabilidad de los agentes frente a perturbaciones adversas", alerta el supervisor en un informe.

Añade que, aunque estas cifras han sido compatibles el desendeudamiento de los hogares y el crédito al consumo tiene un peso reducido en la cartera de crédito de los bancos -en torno al 5%-, "la ausencia de garantías en este tipo de préstamos, salvo en el caso de los que financian la adquisición de automóviles, eleva el riesgo al que se enfrentan las entidades".

El saldo vivo de crédito al consumo por hogar está aún un 32% por debajo de los máximos alcanzados en 2008

"Para minimizar estos riesgos es importante que las decisiones de los oferentes y los demandantes de fondos que subyacen al dinamismo del mercado de crédito al consumo se basen en unas expectativas prudentes sobre la capacidad de repago de esta deuda", recomienda el Banco de España.

Tras la evolución reciente del crédito al consumo, su saldo vivo se situaba a mediados de 2018, en términos reales por hogar, en niveles próximos a los de 2004, pero todavía muy alejados del máximo del ciclo anterior (en concreto, un 32% por debajo del nivel registrado en el primer trimestre de 2008.