Naturgy obtuvo un beneficio neto de 901 millones de euros en los nueve primeros meses del año, frente a las pérdidas de 3.040 millones de euros que reportó en el mismo periodo del ejercicio pasado como resultado del deterioro de casi 4.900 millones de euros apuntado por el grupo por la depreciación que llevó a cabo de sus activos, especialmente los de generación en España.

Excluyendo los elementos no recurrentes, el beneficio neto ordinario del grupo fue de 991 millones de euros, lo que supone un incremento del 13% respecto a septiembre del año pasado, impulsado por la evolución de los negocios fuera de España y la mejora en sus operaciones, informó la compañía.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Naturgy a cierre de septiembre se situó en los 3.290 millones de euros, un 10,6% más. En términos ordinarios, alcanzó los 3.397 millones de euros, un 4,6% más.

La energética, que destaca que estos resultados se han dado a pesar de la falta de crecimiento de los negocios regulados y la ralentización de los negocios liberalizados en un escenario energético más adverso que el del ejercicio anterior, bate así las previsiones del consenso de los analistas, que estimaban un Ebitda promedio reportado de 3.267 millones de euros y un beneficio neto de 893 millones de euros.

El grupo presidido por Francisco Reynés, que con estos resultados avanza en la consecución de su plan estratégico 2018-2022, también ha acelerado en estos primeros nueve meses de año su apuesta por las renovables, con una inversión cercana a los 400 millones de euros, la mayor de su historia.

Así, en el tercer trimestre del año Naturgy destacó que se ha convertido en la primera empresa en conectar a la red la totalidad de la potencia adjudicada (250 MW) en la última subasta fotovoltaica de España.

En su conjunto, ha invertido más de 1.100 millones de euros en el periodo de enero a septiembre, que se han destinado principalmente al desarrollo de proyectos renovables, donde destacan los 290 MW de proyectos solares y eólicos puestos en operación en España en el periodo. La capacidad instalada en el país asciende ya a cerca de 1,5 gigavatios (GW), un 25% más.

Al cierre del pasado mes de septiembre, la deuda neta de la empresa se situaba en los 15.133 millones de euros, 176 millones de euros menos a pesar de las inversiones acometidas y sus compromisos de remuneración al accionista.

Medgaz y rotación de activos

Por otra parte, Naturgy ha progresado en la optimización de su cartera de negocios, reinvirtiendo los recursos generados por la venta de la chilena Transemel para hacerse con el control conjunto de Medgaz con la compra de un 34,05% a Mubadala por 445 millones de euros.

Reynés valoró que, en su conjunto, el reparto del control de Medgaz con Sonatrach supone una operación "muy atractiva" para Naturgy, "tanto por tratarse de un activo de infraestructuras estratégico, donde incrementamos nuestra posición de control notablemente, como por los términos financieros alcanzados en el acuerdo, que suponen un precio atractivo para unos dividendos estables y predecibles a largo plazo que cumplen con nuestros criterios de generación de valor para el accionista".

Asimismo, dentro de esa ruta marcada por su plan estratégico, el grupo ha acelerado su plan de eficiencias, que tiene un objetivo de 500 millones anuales de reducción de costes en 2022, y espera alcanzar a cierre de 2019 como mínimo 150 millones de euros, frente a la previsión inicial de 100 millones de euros.

Dividendos

Respecto a la retribución a los accionistas, el consejo de administración aprobó el segundo dividendo a cuenta de resultados de este año de 0,473 euros por acción, que se distribuirá el próximo 12 de noviembre. Este dividendo se suma al programa de recompra de acciones, en línea con el compromiso adquirido en su plan estratégico.

Además, durante este tercer trimestre la energética completó la amortización de 16,567 millones de acciones propias equivalentes al 1,7% del capital, con el correspondiente incremento del beneficio por acción.