CaixaBank, que se encuentra a pocos pasos de realizar una fusión con Bankia, empezará a cobrar a partir del 1 de octubre una comisión de hasta 240 euros al año, 60 al trimestre, por el mantenimiento de las cuentas corrientes a los clientes que no tengan ninguna vinculación, es decir, que no tengan domiciliada su nómina o pensión ni recibos, que no realicen un determinado número de operaciones con la tarjeta o que no tengan un determinado saldo en sus productos de inversión. Sin embargo, los que cumplan estas condiciones no tendrán ninguna comisión.

Concretamente, se tratará de los clientes que tengan domiciliados ingresos mensuales superiores a 600 euros al mes, una pensión de 300 euros o una posición de más de 20.000 euros en fondos de inversión, carteras de fondos, estructurados, carteras gestionadas, seguros de ahorro y planes de pensiones individuales tendrán que pagar 15 euros al trimestre para mantener todas las cuentas con mismo titular, es decir, 60 euros al año.

Sin embargo, si con todo esto se domiciliasen tres recibos o se hiciesen tres compras con tarjeta al trimestre, la comisión se reduciría a cero euros. Estas novedades afectan a la Cuenta Family, la Cuenta Premium, la Cuenta Estrella y la Cuenta InTouch, mientras que las cuentas del banco móvil mantienen sus condiciones.

El cambio estaba previsto para ser aplicado en abril, pero la pandemia del coronavirus provocó que se aplazara esta estrategia hasta el 1 de octubre.