Duele y molesta. ¿A quién le gusta que le hurguen la nariz con un palo? A nadie, pero ese es el precio de acercarse a la normalidad. Al tiempo que se quedó atrás en marzo de 2020. Todos las personas que entran en este FITUR de 2021 han tenido que pasar una PCR o un test de antígeno negativas antes de entrar. Es el precio de poner en marcha el sector del turismo. 

En IFEMA se han esmerado con la señalética -carteles e indicaciones por todas partes, flecha de entrada, flecha de salida- y personal de apoyo para responder dudas. Y hay muchas preguntas porque las acreditaciones de profesionales que colgaban del cuello de los visitantes han desaparecido todo son QR. Las acreditaciones de profesional tienen un código QR que llega por email y sólo facilita el acceso a la feria si ha pasado la prueba o la ha acreditado. 

Los que no traen prueba se disponen a pasar el proceso en el pabellón 4. Un pabellón desnudo de feria con su hormigón pelado y mucho espacio diáfano con personal sanitario. Una combinación que te lleva en el tiempo a las imágenes del hospital de pandemias de la primera ola de coronavirus. Fila en orden y arranca el proceso.

El personal de Quirón Salud espera para la prueba, un bastoncillo primero, otro bastoncillo y ya está. Espere sentado que en unos minutos le llega el resultado. En poco más de cinco minutos un SMS salta en el móvil con un mensaje: “Acceso a FITUR autorizado. Diríjase a la puerta de acceso”. Y con el mismo QR de la acreditación se pasa.

Parece un lío y lo es. Pero nada a lo que cualquier persona de negocios no pueda adaptarse. “Si vas a volver a IFEMA esto ya va a ser siempre así”, afirma una de las personas que controla los accesos. Se refiere a que todo será digital, a que no habrá más documentación colgando de los visitantes. Nada de tocar.

La feria dura tres días para profesionales, pero el fin de semana se abre al público, en ese momento ya no es necesario el acceso con PCR, ni test de antígeno. Algo que no termina de entender una de las trabajadoras de la feria. “No tiene ningún sentido, dicen que es porque ellos no vienen de fuera”.

Otro protocolo para la colección, es parte de la normalidad pandémica convivir con normas unas veces estrictas, otras veces no. Como que se confine un barrio con 400 de incidencia y se abra con 700; que no pudieras ir a casa de tu madre, pero podías ir con ella a un bar. FITUR nos ha traído otra medida para que nos riamos dentro de unos años: que un miércoles no puedas entrar en IFEMA sin un test de antígeno, pero al día siguiente y al siguiente te siga valiendo. Y que llegado el sábado tienes un nuevo plan: podrás ir con tu madre a FITUR sin prueba alguna.