Los cruceros internacionales podrán volver a hacer escala en España a partir del 7 de junio. Tras un año con la entrada prohibida en los puertos nacionales por la situación sanitaria, las grandes navieras comienzan a reposicionar sus buques para operar desde nuestro país en un verano marcado por los protocolos sanitarios a bordo.

Las diferentes compañías han diseñado sus planes, que se deberán ajustar a los requisitos fijados por el Ministerio de Sanidad. Entre otras cosas, contemplan realizar pruebas de antígenos al inicio y durante las travesías, así como emplear filtros de aire especiales para mantener ventiladas las zonas comunes. Por otro lado, contemplan el uso obligatorio de mascarilla en zonas comunes, limitar los aforos hasta un máximo del 70% de capacidad de los barcos, eliminar los tradicionales buffets de los restaurantes o establecer un sistema de pulseras que permita geolocalizar a los contactos de posibles contagiados.

Casi 11 millones de pasajeros anuales y cerca de 6.000 millones de euros de impacto económico, situaban a España como el segundo destino de Europa en cuanto a recepción de cruceristas en 2019. Y tras muchos meses con la actividad prohibida, más de 60 asociaciones y empresas del sector turístico firmaban un manifiesto hace unos días donde pedían al Gobierno que levantase el veto. Mostraban su preocupación por que las navieras decidiesen desplazar su actividad a otras zonas del Mediterráneo y dejasen a España fuera de sus circuitos, pues países como Italia, Grecia, Chipre, Malta o incluso Israel tienen abiertos sus puertos a esta actividad.

"Por la parte comercial, nos hubiera encantado que los puertos hubiesen abierto antes pero, obviamente, por la parte sanitaria había que esperar a que el momento fuera lo más seguro posible", comenta el director general de MSC en España, Fernando Pacheco, en conversación con El Independiente. La intención de la compañía -que elaboró su propio protocolo de seguridad el año pasado- es recuperar la actividad en España lo antes posible. "Para finales de junio deberíamos estar ya operando en puertos españoles", expone.

En cualquier caso, desde la compañía dicen sentirse "muy optimistas", pues las agencias de viajes -que gestionan el 95% de las reservas- ya notan las ganas de viajar. "Nos están transmitiendo que hay mucha demanda de información y confiamos en que en unos días se conviertan en reservas", asevera. A esos nuevos clientes -recuerda- hay que sumar parte de los pasajeros que el año pasado se quedaron en tierra por las restricciones y a los que ofrecieron un bono para viajar este verano.

En concreto, la empresa ítalo-suiza pretende operar con dos buques desde España. El MSC Grandiosa, construido en 2018, y el MSC Seashore, a día de hoy aún en construcción, pero que sale de astilleros en julio. A primeros de agosto, comenzará a hacer rutas desde el puerto de la capital catalana.

Las navieras deben tener acuerdos cerrados con hospitales y con hoteles en cada puerto, para poder alojar a clientes que lo necesiten

En cualquier caso, las navieras se muestran cautas y creen imprescindible recuperar la confianza de los viajeros mostrando que son una actividad segura. "Si un pasajero empieza a presentar síntomas a bordo, se le aísla en una cabina individual", explica Pacheco. De hecho, los barcos cuentan con una cubierta entera reservada para aislamientos de casos covid o sospechosos de contagio. Al margen de eso, las compañías también tienen acuerdos cerrados con hospitales y con hoteles en cada puerto, para poder desembarcar a los clientes que lo necesiten. Los gastos de repatriación corren a cargo de las empresas de cruceros o están incluidos en los precios del pasaje.

Por otro lado, las excursiones tampoco escapan al control sanitario. Todas se realizan mediante un sistema de excursiones burbuja, organizadas con empresas que siguen los mismo protocolos que la naviera con transporte higienizado y personal controlado sanitariamente. Asimismo, los destinos que se visitan son reservados para el grupo de cruceristas o lo hacen en franjas horarias en las que la afluencia de gente es baja.

Costa Cruceros

Por su parte, Costa Cruceros está actualmente operando líneas de cabotaje en Italia (sólo entre puertos del país). Y de la flota de 13 barcos con la que cuenta la compañía, este verano tiene previsto activar dos en la zona occidental del Mediterráneo y otros dos en la zona oriental. En España, recalará con su buque insignia, el Costa Smeralda, a partir del 5 de julio desde Barcelona. Y realizará rutas entre Italia, Francia y nuestro país, explican fuentes de la compañía.

Su protocolo contempla como obligatorio que los pasajeros se tomen la temperatura cada mañana y, en caso de no hacerlo, son avisados y deben pasar por la enfermería del barco. El personal de este servicio ha sido reforzado y los buques cuentan con un laboratorio a bordo para analizar todas las pruebas que les son realizadas tanto al personal como al pasaje. Además, ofrece la posibilidad de hacer una PCR a aquellos pasajeros que deban presentar una prueba negativa para volver a sus países de origen.

Norwegian Cruise Lines

Algunas navieras no retomarán su actividad de inmediato. Norwegian Cruise Lines, por ejemplo, ha decidido retrasar su vuelta al Mediterráneo occidental hasta el próximo 5 se septiembre. Desde entonces, navegará en itinerarios de siete noches hasta el 24 de octubre. "Europa es uno de los principales destinos turísticos, por lo que estamos ansiosos por poder regresar a algunos de nuestros puertos de origen más queridos, reanudar esos itinerarios y dar la bienvenida a nuestros huéspedes para que experimenten las vacaciones de su vida de la manera más segura posible", explica a El Independiente Kevin Bubolz, director general para Europa de NCL.

Su protocolo de seguridad contempla, entre otras cosas la vacunación obligatoria de los pasajeros, filtros especiales de aire y mayores recursos médicos en el barco. "Además, para favorecer aún más el distanciamiento físico, hemos aumentado el espacio en los comedores y lugares de entretenimiento y otros espacios a bordo", añade Bubolz. Asimismo, la naviera también colabora con los operadores turísticos locales para que los pasajeros mantengan los mismos protocolos en tierra en cada destino de parada.