El Banco Central Europeo (BCE) no está preocupado por la tasa de inflación. Según el vicepresidente, Luis De Guindos, aunque "la inflación se está acelerando, es de naturaleza temporal". De Guindos considera que actualmente la tasa recoge efectos de la pandemia.

"Si hiciéramos un ejercicio de comparación de precios de productos y servicios, todavía con este incremento estaríamos por debajo del año 2019", ha añadido el vicepresidente del BCE. "Ha habido efectos de retraso de consumo y estamos viendo cómo se están acelerando", ha justificado.

No obstante, ha alertado de que "si hubiera efectos de segunda ronda, esta evolución temporal al alza de la inflación se haría más permanente y la reacción de la política económica debería ser distinta". "No podemos relajarnos, si de algún modo empezamos a ver efectos de segunda ronda este repunte temporal se puede cronificar", ha advertido Guindos.

Por otra parte, ha hecho referencia a "los cuellos de botella", como por ejemplo la escasez de semiconductores y ha afirmado que "se irán corrigiendo".

De Guindos ha participado en el seminario "La economía de la pandemia" organizado por la APIE y el BBVA en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), en Santander.

Preguntado sobre la recomendación del BCE de no repartir dividendos, De Guindos ha insistido en que se trata de "una medida de carácter temporal, extraordinario y de emergencia". "A medida que se vaya produciendo una normalización de la situación económica", ha contextualizado, "más pronto que tarde acabará desapareciendo esa recomendación".

El vicepresidente del BCE cree que se producirá un "efecto champán" con una "recuperación muy intensa en el segundo trimestre". Además, ha pedido "responsabilidad de los gobiernos" en el uso de los fondos europeos que considera que son un paso adelante hacia "una fiscalidad común" en la Zona Euro.