La salida a bolsa de Ibercaja parece el cuento de nunca acabar. La entidad aragonesa tuvo que retrasar su salto al parqué en 2020 por la irrupción de la pandemia del coronavirus también ha tenido que retrasarla este año por la guerra en Ucrania y todo apunta que tampoco va a utilizar la ventana de junio para hacerlo por la situación de los mercados. Ante esta situación, los trabajadores denuncian la poca transparencia y exigen información sobre la salida a bolsa.

Como informó Europa Press, Ibercaja Banco continúa sin ver clara su salida a bolsa debido a la volatilidad que todavía persiste en los mercados. Sin embargo, esta información todavía no es oficial ni se ha trasladado a los trabajadores, tal y como señalan los representantes sindicales. Victoria Camarena, representante sindical de UGT en Ibercaja, asegura que todo lo que van conociendo de la operación “lo sabemos por la prensa”.

Ángel Villalba, representante sindical de CCOO en Ibercaja, explica que les reunieron en enero y les contaron que todo estaba listo para salir a Bolsa en el primer trimestre, “pero no nos aclararon muchas más cosas”. Tras esta reunión, Villalba comenta que comunicaron a toda la plantilla que se posponía la salida por el tema de la guerra en Ucrania “y no hemos vuelto a saber nada más y les hemos exigido más información”.

Ibercaja tiene que convertirse en una empresa cotizada para cumplir con la Ley de Cajas, que obliga a las antiguas cajas de ahorros a reducir el peso de la participación de las fundaciones por debajo del 50%. Actualmente, el máximo accionista de la entidad es la Fundación Ibercaja que posee un 88%. Ibercaja comenzó el año siguiendo con su road show (reuniones con inversores) para tantear el interés del mercado. Y la primera ventana era en el primer trimestre, pero las agencias colocadoras le recomendaron esperar por el conflicto ruso.

Ahora es la volatilidad la que deja en pausa la salida a bolsa. Sin embargo, la entidad podría estar preparada para reactivar la operación en algún momento del mes de junio si esa volatilidad se reduce.

Camarena afirma que han pedido reuniones y han preguntado pero “son poco transparentes en esta entidad, ya lo son para los temas del día a día, relacionados con la plantilla y con reclamaciones solo nos contestan con cuentagotas a los correos”. En esa comunicación de plantilla, Ibercaja les trasladó “vagamente” que la salida se haría “cuando las condiciones económicas y sociales fueran las apropiadas”.

Ibercaja les trasladó “vagamente” que la salida se haría “cuando las condiciones económicas y sociales fueran las apropiadas”

Los trabajadores también han trasladado a la dirección de la entidad que tengan en cuenta el esfuerzo que estaban realizando: “Estamos dispuestos a hacer todos los esfuerzos necesarios como plantilla, pero queremos que haya un reconocimiento y que es ‘nada va a cambiar’ sea de verdad”. Y añade que desde la representación sindical están intentando recabar información sobre otros procesos de salida a bolsa de otras entidades. “No va a haber un cambio de la manera de trabajar, ni en el plan estratégico ni en los objetivos”, puntualiza.

El representante de CCOO en Ibercaja señala que la última decisión la tendrá la Fundación, pero confía en que los inversores que lleguen "no vengan a especular, queremos que crean en el proyecto y que aporten algo”. E insiste en que lo que no quieren es que pase con la salida a Bolsa de Bankia “que fue un desastre para los clientes y para los empleados”.

Por lo que respecta a un bonus o recompensa para los empleados, CCOO solicitó un bonus de acciones como una paga lineal a todos los empleados, “sobre todo para compensar el esfuerzo ya realizado porque llevamos muchos años con despidos continuos y haciendo más por menos”. Ángel Villalba confía en que llegue esa recompensa y más cuando el consejo de Administración se tendrá que profesionalizar y “tendrán mayor remuneración, así que haya un poco de equidad y que la plantilla se vea recompensada”.

Preparados desde 2018

La Ley de Cajas tenía marcado el 2020 como el plazo para que Ibercaja saliera a bolsa y aunque la entidad empezó a prepararse a finales de 2018 para su debut en marzo de 2020, el coronavirus le obligó a paralizarlo. Ante esta situación, el Gobierno amplió el periodo otros dos años, hasta 2022, por lo que este ejercicio sería el último que Ibercaja tiene para cumplir este mandato, en caso de que el Ejecutivo no vuelva a dar más tiempo para realizar la salida a Bolsa.

Ibercaja tiene otra posibilidad que es constituir un fondo de reserva a fin de garantizar la financiación de la entidad de crédito participada en situaciones de dificultades. Para crear este fondo, la Fundación Ibercaja contaría con un plazo de dos años más, hasta finales de 2024.