El Banco de España asegura que las empresas no están siendo capaces de trasladar a los precios las subidas de costes que están sufriendo. Y que la mayoría, incluso, está reduciendo sus márgenes, al contrario de la tesis que mantiene el Gobierno. Lo hace en base a un nuevo artículo analítico sobre los resultados de las empresas no financieras que ha publicado este viernes.

"El crecimiento de los costes de producción unitarios se asocia a un descenso del margen empresarial. Ello sugiere que las empresas que vieron aumentar en mayor medida sus costes no los habrían podido trasladar completamente a sus clientes", asegura el supervisor en el informe, en el que añade que "las empresas que experimentaron un mayor aumento de estos costes vieron reducir sus márgenes".

En el mismo documento, sostiene que en el caso de las empresas que sí han aumentado sus precios de venta, el crecimiento de estos ha sido "similar al de los costes", que inevitablemente han ascendido por los cuellos de botella y el encarecimiento de las materias primas. Todos las conclusiones se obtienen en base al estudio de la evolución de los beneficios corporativos durante el primer trimestre de 2022.

El Gobierno ha anunciado esta semana nuevos impuestos a los bancos y a las energéticas, ambos aupados por la idea de que las empresas están registrando beneficios históricos a costa "del bolsillo de los consumidores".  "No vamos a consentir que el sufrimiento de muchos sea el beneficio de pocos", aseguró Pedro Sánchez al proclamar la medida en el Congreso de los Diputados.

Los sindicatos señalan a las empresas como causantes de la inflación

En Moncloa dan por hecho que las empresas del sector energético están engrosando sus beneficios por la subida de los precios de la energía, y en el caso de los bancos entienden que van a verse beneficiados por la subida de tipos de interés. También los sindicatos UGT y CCOO vienen denunciando desde hace meses que las empresas están aumentando sus márgenes, y generando todavía más inflación, al subir los precios de los productos y servicios que ofrecen más de lo que están aumentando los costes a los que tienen que hacer frente.

«Los beneficios empresariales son casi los únicos responsables del alza de los precios desde finales del año pasado», afirmaba CCOO en un estudio presentado este martes y que apoyaba esta tesis, en el que apunta directamente a las empresas energéticas, asegurando que sus márgenes de beneficio han aumentado un 60,4% en el último año, frente al 46,5% de la eurozona, y a las financieras, cuyo margen de beneficios por servicio financiero prestado ha subido un 25,7% en el último año, mientras que en la eurozona se ha recortado un 0,6%.

Para solucionarlo, Comisiones Obreras propone que el Gobierno establezca precios máximos sobre bienes y servicios básicos, revisables cuatrimestralmente, para así «corregir el aprovechamiento que algunas empresas están haciendo de la actual coyuntura de incertidumbre». «Estos precios máximos deben garantizar la sostenibilidad económica en el medio plazo de las empresas que los apliquen y un margen de beneficio razonable», exponen.

BdE: incluso las empresas con mayores márgenes también los están reduciendo

En contraposición, el Banco de España replica no solo que las empresas que están sufriendo mayores subidas de costes no los están consiguiendo repercutir al consumidor, sino que están viviendo una contracción de sus márgenes, que se entienden como la división entre sus excedentes y la cifra neta de negocios. "Las empresas cuyos costes de producción se han elevado por encima del crecimiento mediano han visto decrecer su margen en esa cuantía, en comparación con el resto de las empresas", mantiene.

E insiste en que las que sí los están consiguiendo repercutir, en la mayoría de los sectores, los precios de venta están aumentando de forma "similar" a los costes. Por otro lado, también señala el caso de las empresas que en el primer trimestre partían de un margen más elevado, que también redujeron sus márgenes incluso en mayor medida. "Este efecto podría recoger la mayor capacidad de las empresas que partían de unos márgenes más amplios para absorber el aumento de costes mediante una reducción de márgenes", destaca.

En sentido contrario, también apunta el caso de las compañías que han visto crecer su actividad en mayor medida, quienes han aumentado sus márgenes, pero para el Banco se debe al "carácter procíclico de esta variable y que podría ser el resultado de la existencia de costes fijos". Por último, las empresas con una posición financiera más vulnerable, con un endeudamiento elevado y con menor capacidad para cubrir sus gastos financieros con los ingresos generados, también han aumentado sus márgenes, algo que para el BdE "podría estar vinculado a la necesidad que tienen estas compañías de mejorar su rentabilidad y, por tanto, sus flujos netos de caja, dada la presión financiera a la que se ven sometidas".

Las energéticas han reducido márgenes, y en el refino los han aumentado

Lo que el Banco deja claro en el informe es que los niveles de rentabilidad de las empresas se elevaron en el primer trimestre de este año respecto al mismo período de 2021, aunque se mantuvieron aún por debajo de los valores previos a la pandemia. Es decir, que en los tres primeros meses de 2022 la actividad y los beneficios corporativos siguieron recuperándose, pero no tanto como para llegar a niveles de 2019.

En el caso de la empresa mediana de la muestra, no habría experimentado apenas cambios en sus márgenes, todo según el artículo que analiza la evolución reciente de los márgenes empresariales a partir de la información de la Central de Balances Trimestral (CBT). La división es importante puesto que el regulador sostiene que aproximadamente la mitad de las empresas han experimentado un aumento de sus márgenes, y la otra mitad, una disminución, sorbe todo dependiendo de los sectores.

En el de la energía, por ejemplo, predominan las caídas de márgenes, mientras que en la coquería y el refino predominan los aumentos. El Banco de España envió este análisis a los periodistas el jueves por la tarde, y en él pide cautela por el "reducido tamaño de la muestra (unas 900 empresas) y el sesgo hacia compañías de gran tamaño, que hace que algunas actividades estén infrarrepresentadas", que, aún así, considera suficiente para sacar conclusiones.