El proyecto piloto del Gobierno para probar la semana laboral de cuatro días en un grupo seleccionado de empresas está a punto de comenzar. Con él, el Ministerio de Industria comprobará si los empleados son capaces de trabajar menos horas produciendo lo mismo, sin reducirles el sueldo, como plantea y ha propuesto Más País. Quienes -por ahora- no formarán parte del experimento dirigido por el Ejecutivo serán los autónomos, que, aun así se muestran cada vez más a favor de la idea de trabajar menos incluso sin renunciar a ganar lo mismo.

Un 42% de los trabajadores autónomos ve posible reducir su jornada de trabajo, según un informe publicado este martes por la consultora de recursos humanos Adecco. De entre los que están a favor, el 20% considera que podría hacerlo sin que su sueldo se viese afectado, tal y como plantea el partido de Íñigo Errejón, mientras que otro 22% opina que su salario se reduciría proporcionalmente a la rebaja del tiempo trabajado, pero aún así optaría por la opción de disminuir su jornada.

Sigue siendo mayor la cifra de los autónomos que no ven con buenos ojos una reducción del tiempo de trabajo, pero ha disminuido considerablemente a lo largo de 2021. Según el mismo informe, actualmente un 58% de los autónomos no ve viable esta opción. Los principales argumentos hacen referencia a las dificultades para mantener los salarios con menor jornada, en un 35% de los casos; a la pérdida de productividad, en un 31%, y, en menor medida, a no tener opciones para cubrir la jornada que quedaría libre con otros empleados, como señalan los entrevistados en un 22% de sus respuestas.

Precisamente, las empresas que participarán en el piloto del Gobierno recibirán hasta 3.000 euros por empleado que se sume a la iniciativa, una cantidad con la que sus precursores buscan que se financien estas sustituciones que podrían ser necesarias. El objetivo del proyecto piloto que el Gobierno va a arrancar en septiembre a iniciativa de Más País es comprobar los efectos que reducir las horas trabajadas puede tener en los empleados y en la productividad.

El proyecto promoverá la semana laboral de cuatro días -o 32 a la semana, según prefieran las empresas- y situará a España como el primer país que financia con dinero público un experimento de este tipo. Sus ideólogos mantienen que reducir la jornada laboral tiene efectos positivos en la salud de los trabajadores y que podría contribuir a reducir emisiones, pero, sobre todo, que los trabajadores más descansados rinden mejor y que cae el absentismo, por lo que en 32 horas podría incluso producirse lo mismo que dedicando 40 horas semanales al trabajo.

Ahora un 25% de los autónomos trabaja siete días

Consultados por su rutina habitual de trabajo, la mayoría de los autónomos asegura que trabaja más de ocho horas diarias: un 36%, que lo hace entre 8 y 10 horas al día, y el 19%, más de 10 horas diarias. El 27% restante responde que dedica al trabajo entre 6 y 8 horas cada día de la semana laboral.

Pero en muchos casos no lo hacen durante cinco días a la semana, como es lo más habitual entre los asalariados. Un 67% de los profesionales consultados trabaja de cinco a seis días a la semana y el 25% afirma que su labor se extiende a los siete días de la semana.

Los autónomos ahora prefieren el trabajo presencial

Si hubo un momento en que la opción de ser autónomo era atractiva para muchos sobre todo por la posibilidad de teletrabajar, ahora las respuestas se han dado la vuelta con respecto a 2020. El 57% de los entrevistados prefiere el trabajo presencial, y, de entre aquellos que optan por el teletrabajo, el 23% señala que su semana ideal incluye trabajar entre uno o dos días a la semana presencialmente.

Aquellos que son más favorables al trabajo presencial argumentan prefieren socializar y ver a los clientes en persona, en un 66% de los casos, mientras que otro 16% señala que no tiene condiciones idóneas en su domicilio para trabajar. Un 13% hace referencia a que no tiene la posibilidad de desconectar y conciliar si trabaja desde casa, y un 4% señala los costes adicionales.

Más allá del lugar de trabajo y de la trabajar más o menos, el estudio revela una brecha mayor: la de los autónomos que no pueden acceder a un trabajo asalariado. Seis de cada diez autónomos aseguran que preferirían tener un empleo por cuenta ajena, puesto que "les aportaría más tranquilidad". Aun así, el 50% cree que desde que trabaja por cuenta propia es más feliz que antes, sobre todo, gracias al ser su propio jefe (49%), a la libertad horaria (38%) y a la posibilidad de dedicarse a lo que más les gusta (31%).