Cuando terminó el confinamiento, María Álvarez y Elena García sintieron que no podían imponer a sus empleados "lo de antes". "Había un sentimiento muy grande de que íbamos a salir mejores, y teníamos que hacerlo", asegura Álvarez, una de las dos socias. Así que decidieron dar un giro y establecer la semana laboral de cuatro días sin reducción salarial en sus dos empresas, la cadena de restaurantes La Francachela y la de gestión de espacios para eventos corporativos Ephimera.
El balance que hacen por ahora es positivo: "Estamos muy contentas. Más allá de la conciliación, esta idea nos ha permitido ejecutar y poner en marcha la transformación de esta empresa, y ahí hemos ganado todos: los trabajadores, en condiciones, y nosotras porque ahora somos una empresa más fuerte y más rentable". La Francachela ha dado beneficios durante los últimos dos años, los que lleva con el 98% de sus empleados (unos 60) trabajando cuatro días. En 2021 ha ganado 140.000 euros, en 2020, 20.000.
Ephimera (con unos 12 empleados) ha terminado ambos años en pérdidas, algo que atribuyen a la situación del sector del márketing, especialmente perjudicado por el miedo al virus, la caída de la presencialidad y el auge del teletrabajo. Paradójicamente, el restaurante, la empresa que en teoría lo tenía más complicado para reducir jornada porque en el sector de la hostelería suelen trabajarse seis días a la semana, ha experimentado mejores resultados.
Elena y María consideran la reducción de jornada como el curso natural de la historia, igual que cuando se pasó de trabajar 65 horas semanales a 40, y ven imprescindible aprovechar la tecnología para conseguir una vida mejor para los empleados. Pero ellas no son las únicas: en España ya son varias las empresas que están aplicando esta disminución de jornada sin rebaja salarial para todos sus empleados. Otras están dando pasos en esa dirección, dando la posibilidad a los empleados de trabajar un día menos pero recortando el sueldo, u ofreciendo intensificar la jornada de lunes a jueves.
A continuación, los casos más llamativos.
Los pioneros en reducción de jornada
La empresa jienense de software Delsol, con 186 empleados, fue la primera española en adoptar un modelo de reducción de jornada así, sin bajar los sueldos. Lo hizo en enero de 2020 y su disminución es hasta las 36 horas semanales para todos los trabajadores. Desde la compañía aseguran que han conseguido reducir el absentismo un 30%, porque los empleados dejaron de usar horas de empresa para gestiones personales, según explicaron a Cinco Días. Y su facturación ha crecido un 20% anual desde que se implantó, como confirma la compañía a El Independiente.
Otra de las pioneras más destacadas, por el número de trabajadores que aglutina, es el grupo granadino Simeom Capital. Decidió arrancar implantando la semana laboral de cuatro días para toda su plantilla de una de sus empresas, de unos 200 trabajadores, según publicó Granada Hoy. Así, arrancó la iniciativa con la parte de programación informática del grupo, Vocces Lab y Quakki, pero su intención es extenderla al resto de compañías de la matriz, que tiene presencia en toda España. Pretende llegar al 20% de reducción de la jornada con el mismo salario, pero han empezado con el 10% y el 15% (unas 34 o 36 horas semanales), según tipo de contrato y sector.
Algunas empresas extranjeras van por delante en lo que respecta a la semana laboral de cuatro días, como es el caso de Microsoft, que ha implementado la iniciativa en Japón. Allí, asegura que la productividad creció un 20%. La multinacional no hace lo mismo en España, pero sí lo hace la alemana CIB Group, con sedes en Las Palmas y Valencia. Lo aplican desde septiembre de 2021 para sus 170 empleados, aunque, al igual que en los dos casos ya mencionados, la reducción no llegó a las 32 horas semanales, sino que fue de 40 a 36 horas: se trabaja de lunes a jueves en jornadas de 9 horas, explican en un comunicado. Por ahora perciben que "puede" que la productividad haya aumentado, pero sobre todo han experimentado un descenso en las ausencias para médicos o gestiones privadas y que han visto un aumento de las solicitudes de empleo "notable", como cuenta una portavoz a El País.
Toldos gallegos, un hotel asturiano
Dos casos especialmente llamativos son el de Toldos Porriño, en Galicia, y el del Hotel Torrecarredo, en Asturias, porque salen del paradigma de empresa tecnológica o digital. Estas dos empresas más tradicionales decidieron probar a disminuir las horas de trabajo de sus empleados a pesar de que para ello necesitaban contratar a más personal.
Toldos Porriño fue la primera empresa de Galicia en implantar la jornada laboral de 4 días a la semana sin reducir el salario -uno de sus proveedores es Delsol-. Lo hizo en septiembre 2021. Tuvo que contratar una persona más para encajar los turnos, e incrementó la jornada pasando de 8 a 9 horas diarias. También cambió la manera de trabajar: parte de la plantilla trabaja de lunes a jueves y otra de martes a viernes, pero rotan mensualmente. "Creo que es mucho más sencillo de lo que la gente cree, yo he estado del otro lado como empleado y sé lo que es estar motivado y veo que mis trabajadores lo están", explicó el gerente, Daniel Magaz, a Atlántico.
A la vez, en Arenas de Cabrales, Asturias, Pilar Saiz y Jin Thomson, decidieron apostar por las 32 horas semanales en el Hotel Torrecerredo para los nueve trabajadores que conforman la plantilla. Buscan demostrar que se puede reducir horas y seguir siendo productivos, y aun siendo conscientes de que eso implica, al menos de primeras, contratar a más personal, como han contado a La Voz de Asturias.
Intentos a medio camino
La consultora tecnológica ilicitana Zataca Systems ha optado por otro modelo, el de condensar el volumen de trabajo de cinco días en cuatro. Así, mantiene el salario, pero también las mismas horas de trabajo a la semana (37,5 horas) con jornadas de 9,5 horas de lunes a miércoles y de 9 horas los jueves. Libran siempre los viernes. Lo hacen así desde antes de la pandemia, ya que lo implantaron en diciembre de 2019. En la empresa son una treintena trabajadores. Cuando ofrecieron la posibilidad de recuperar el antiguo horario a quienes optaron por esta reducción de jornada, ninguno quiso regresar, explicaron a Business Insider. También consideran positiva la experiencia, porque ven que se traduce en una mayor retención del talento y que redunda en la misma productividad.
Más sonados han sido los casos de Desigual, que aprobó "una" semana de cuatro días reduciendo un 6,5% el sueldo de la plantilla, o el de Telefónica, que ha arrancado un programa piloto y ofrece a los empleados trabajar un día menos, pero también con bajada de sueldo -si la reducción es de 5,5 horas, la empresa bonifica una hora-. Otras empresas están adoptando iniciativas similares como la de dejar libre un viernes al mes, como hizo Cabify durante unos meses de 2021 para premiar el esfuerzo durante la pandemia, o la plataforma de compra de entradas Eventbrite, que se ha sumado a la misma iniciativa. En principio planearon llevarla a cabo durante solo unos meses, pero después la integraron de forma permanente.
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