Menos cerezas y a un precio más alto. Así será el verano para el consumidor de cerezas, fruta cuya producción se ha visto especialmente perjudicada esta campaña. Primero por la sequía y, luego, por las lluvias torrenciales y el granizo, que ha destrozado una importante cantidad de ejemplares listos para la recogida.

El temporal de lluvias en el Valle del Jerte ha generado una situación que desde la zona se ha tildado de "catastrófica" y que se ha cifrado en unas pérdidas de más de 70 millones de euros. Los daños en el 80% de la producción del Jerte repercuten en el resto del mercado nacional, ya que Extremadura es la comunidad que más cereza aporta con más de 35 millones de toneladas.

Óscar Moret responsable de Frutas de Hueso UAGA-COAG de Aragón, segunda región con mayor producción de cerezas, señala en conversación con El Independiente la evidencia de que "cada vez hay menos cereza en el mercado y la demanda aumenta, por lo que subirán los precios". La estadística de 'Precios Medios Nacionales' por semanas del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación muestra un incremento del 7,8% del precio de origen de la cereza en los principales mercados del país de la semana 22 a la 23; mientras que en la misma referencia del año anterior la cereza cayó en origen un 11,87%.

La debilidad de la cereza extremeña de cara a esta temporada pone más peso en la de Aragón. Con una producción en torno a los 30 millones de toneladas en 2021, el último dato aportado por el Ministerio de Agricultura, la comunidad aragonesa se ha librado de las lluvias tardías sufridas en Extremadura. Alberto Pérez, gerente de Mountain Cherry, empresa dedicada al cultivo de cereza en altitud -a 800 metros sobre el nivel del mar- en la zona de Calatayud explica que "nuestra amenaza son más las heladas y el granizo que la lluvia". El productor desconoce cuánto "porque depende de los mercados y demás factores, pero lo que está claro es que este verano las cerezas vas a ser más cara que en los últimos años".

Moret explica que entre julio y mitad de agosto es cuando más alto será el precio de la cereza, "habrá poca y estará cara". El representante de UAGA-COAG destaca que este subidón que afecta al consumidor se produce no solo por la falta de producto, sino porque el consumo se ha extendido: "Este año con el consumo nacional se ha cubierto la producción porque además faltaba cerezea, entonces los productores no han tenido que llevarla fuera para vender toda su labor.

Pérez apunta a que además de la ausencia de oferta "los costes de recolección han subido una barbaridad, solo en el gasto en personal en los últimos tres años ha subido un 50% en los últimos tres años".

Las tormentas de los 100 millones de euros

Según ha informado Agroseguro, tras intensificarse la inestabilidad meteorológica durante las últimas semanas, los daños en cultivos de numerosas áreas de la península se han multiplicado a causa de las tormentas de pedrisco y lluvia, así como por las inundaciones provocadas por las fuertes precipitaciones. La estimación de indemnizaciones se sitúa, por ahora, en los 100 millones de euros.

La lluvia, las inundaciones o el pedrisco registrados provocan siniestros en más de 150.000 hectáreas aseguradas de cultivos herbáceos, ajo, hortalizas, viña, fruta y cítricos. Desde el inicio del mes de mayo, y solo por pedrisco, se han comunicado siniestros en más de 110.000 hectáreas de hasta 47 provincias. Si sumamos los daños por lluvia, viento o inundaciones, la superficie siniestrada supera las 150.000 hectáreas.

En Extremadura los daños se concentran principalmente en las casi 800 hectáreas aseguradas en variedades de cereza de media estación y tardías del Valle del Jerte, mientras que los cultivos herbáceos de Aragón situadas en municipios como Barbastro, Monzón, Sariñena y Grañén (Huesca), Villar y Herrera (Zaragoza) y Muniesa y la cuenca del Jiloca (Teruel) son las más afectados, aunque, también se han registrado daños en producciones de cereza de Calatayud y La Almunia (Zaragoza). Asimismo, Las lluvias intensas registradas en la Comunidad Valenciana han provocado un perjuicio muy elevado en las explotaciones de cereza del norte de Alicante.