Pocos periodistas deportivos han contado con el carisma y el liderazgo de José María García. El comunicador marcó un antes y un después en las noches deportivas gracias a sus exclusivas, entrevistas y, sobre todo, a los mensajes a sus enemigos. Que eran muchos. Uno de ellos era el otro periodista de Cadena Ser José Ramón de la Morena.

Una rivalidad sin precedentes hasta la fecha y que, por ahora, no se ha vuelto a repetir. Insultos, amenazas y un sinfín de improperios que ambos se lanzaban a través de los micrófonos. Cada uno, por supuesto, en una cadena diferente. Dicha historia la empezó a contar Movistar +, a través de una serie llamada Reyes de la noche. Los primeros capítulos fueron un éxito absoluto y la producción se convirtió en una de las más vistas en la plataforma de televisión de Telefónica.

El éxito fue tal que la productora y Movistar llegaron a un principio de acuerdo para rodar la segunda temporada, pero una llamada hizo cambiar todo y anunciarse la cancelación de Reyes de la noche. Esa llamada fue del mismísimo José María García.

El veterano periodista conocía que se iba a rodar una serie sobre dos periodistas deportivos (que narraban la vida profesional y personal de García y de la Morena), pero no quiso participar en ella. De hecho, según detallan fuentes conocedoras, Javier Gutiérrez, actor que iba a hacer el papel de García se puso en contacto con el comunicador para poder caracterizar de la mejor manera posible a su personaje, pero se encontró con un no por respuesta.

José María García tampoco perdonó a Antonio Asensio Mosbah, una persona de su círculo de confianza y a quien vio crecer día a día. El productor es hijo de Antonio Asensio, gran amigo del periodista y con quien mantenía una estrecha relación desde los tiempos de Antena 3 Radio.

Con la emisión de la primera temporada se produjo la citada llamada. José María García, un hombre muy ligado a Telefónica, descolgó el teléfono y marcó el número de José María Álvarez-Pallete, presidente de la operadora. La conversación, según detallan las fuentes conocedoras de la misma, fue "dura" y el periodista le expuso todos los motivos por los que esa serie era “un verdadero despropósito”.

En la producción se dan detalles de la vida personal de García, pero también de su familia. En ella se destapa la homosexualidad y los problemas de su hijo durante su niñez y la enfermedad de su mujer, además de los trapos sucios entre el propio José María García y José Ramón de la Morena.

La relación entre García y José María Álvarez-Pallete siempre ha sido ejemplar y cercana. Es por eso que el periodista lo tomó como una traición y se produjo la llamada. Tras esa conversación, el presidente de Telefónica dio órdenes para cancelar la segunda temporada. A cambio, el periodista le prometió un documental en la que se hablara de su carrera. Única y exclusivamente de sus andanzas en las ondas. Sin caracterizaciones, sin ficción y sin vida personal de por medio.

El documental se puede visionar ya a través de Movistar +. La producción ha tenido una gran acogida entre el público y en él se pueden ver escenas históricas como el momento en el que el periodista esquiva la cárcel por un indulto del Gobierno de Felipe González o su irrupción durante la noche del Golpe de Estado.

La serie tampoco gustó a José Ramón de la Morena. El periodista, en una entrevista a los actores principales de Reyes de la noche, quiso dar su punto de vista y dejó varios toques de atención en su programa. "Tendrían que haber enaltecido un poco más lo que es la radio de noche, el sacrificio, el riesgo. Yo he pasado miedo, a mí me han puesto una pistola en la cabeza… Pasan muchas cosas por la noche", llegó a decir.

Telefónica y García

La carrera de García no se puede entender sin Telefónica. Cuando pasaba por sus peores momentos en Cadena Cope y su enemigo de antena le superó en audiencias, la operadora le ofreció un contrato multimillonario para dirigir Telefónica Sports, que englobaba los canales deportivos de lo que ahora es Movistar TV, Antena 3 y Onda Cero.

El informador llegó a declararse "el padre" del grupo Telefónica Media, cuya creación propuso al entonces presidente de Telefónica, Juan Villalonga, mediante la adquisición de las cabeceras anteriormente citadas. García reconoció que su dirección fue un fracaso porque no logró desbancar a De la Morena y tampoco “derrotar al imperio del monopolio”, tal y como llamaba al Grupo Prisa.

Otro de los vínculos que une a Telefónica y a José María García es el del fútbol sala. El periodista es un ferviente seguidor de este deporte y es dueño del Ínter, club que juega en Alcalá de Henares y que durante décadas fue el rey de Europa.

Desde hace muchos años, Telefónica, a través de Movistar, patrocina al club de José María García, una vez que Interviú abandonó su apuesta por el fútbol sala. La relación entre la operadora y el periodista también estuvo cerca de romperse puesto que Pallete sopesó dejar de destinar dinero al fútbol sala.