¿Cómo competir con los chinos? Es lo que están pensando en los cuarteles generales de las principales compañías automovilísticas europeas, donde ven cómo los coches fabricados en el gigante asiático ganan posiciones en el Viejo Continente y restan mercado a las tradicionales marcas occidentales en la propia China.

Por primera vez en la historia, el coche más vendido en agosto en España ha sido precisamente un modelo chino. En concreto, de la histórica casa británica MG, ahora en manos de Saic Motors, el principal socio de Volkswagen en el país asiático.

Se trata del modelo ZS, que ha conseguido matricular 1.949 unidades en el mercado español, lo que supone triplicar las cifras de hace un año. Está por encima del Dacia Sandero y del Toyota Corolla. También se cuela entre los 15 vehículos con más éxito de ventas en España durante este año, según los datos de la asociación de fabricantes Anfac.

Y es solo una muestra de lo que está por venir. El Salón del Automóvil de Múnich ha tenido al despliegue de las marcas chinas como uno de los principales protagonistas, haciendo sombra incluso a los gigantes alemanes del motor.

China es el país que más automóviles ha producido, superando la suma de Estados Unidos, Japón e India, con 27,02 millones de unidades en 2022. De las fábricas estadounidenses salieron 10,06 millones, de las japonesas 7,83 millones y de las indias, 5,45 millones de vehículos, según la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA).

"Sin embargo, las marcas chinas, además de subir al top en producción, también lo están haciendo en calidad e innovación. De esta manera, el país asiático está amenazando la supremacía de la que gozaban Japón, Estados Unidos y Europa hasta la fecha", dicen desde Faconauto, la patronal de los concesionarios.

Un informe de la consultora KPMG asegura que marcas chinas como MG y BYD podrían hacerse con hasta el 15% de cuota del mercado de ventas europeo en los próximos dos años.

Además, el gigante asiático cuenta con seis de los diez fabricantes de baterías de vehículos más grandes del mundo. Y no parece que vaya a ceder el testigo de su hegemonía en este campo a corto o medio plazo.

El mercado europeo aguantó el tipo ante el desembarco de japoneses y coreanos en los noventa, que ahora son de los más vendidos. Pero está por ver qué ocurre ahora en plena carrera por el coche eléctrico y por el precio del mismo.

El fin de los motores de combustión en Europa se anuncia para 2035. Y los fabricantes no quieren invertir en desarrollar nuevos motores de menos emisiones para tan poco tiempo.

Crecen los coches chinos en España

El último informe de la secretaría de Estado de Comercio recalca cómo destacan las contribuciones positivas de automóviles y motos debido principalmente a las mayores compras españolas a China y, en menor medida, a Alemania, Japón y Corea del Sur.

Desde Anfac resaltan también la evolución de las importaciones procedentes de China, cuyo valor creció en un 1905,1%, situándose como el cuarto origen en importación de vehículos en España, por un valor de 1.366 millones de euros en el último año. La cuota de mercado de los automóviles chinos en España se elevó hasta el 7,3% de las compras internacionales.

Por su parte, BYD -el segundo gigante automovilístico de China- podría estar interesado en implantar una fábrica de coches en nuestro país o incluso instalaciones para fabricar baterías y componentes. Otras marcas como Lynk and Co, perteneciente al máximo accionista de Volvo, multiplicaron por seis sus ventas hasta los 2.700 vehículos matriculados.

¿Proteccionismo o competencia?

En el sector surgen voces que abogan por el proteccionismo europeo frente al empuje chino, mientras que otras apuestan por marcar la diferencia en calidad. El italiano Luca De Meo, presidente del grupo Renault, considera que no hay nada que temer.

Sin embargo, el consejero delegado de BMW Oliver Zipse cree que los planes de la UE de prohibir los vehículos diésel y gasolina llevan a los fabricantes europeos de coches más baratos a una batalla de precios con sus enemigos chinos. "El segmento básico del mercado automovilístico desaparecerá o no lo cubrirán los fabricantes europeos", señaló en el Financial Times.

"En el futuro la estrategia de las marcas chinas ampliará la oferta disponible,
llegando a segmentos tan importantes como los de los utilitarios y compactos. Si la UE no puede regular de manera eficiente su propio mercado, corre el riesgo de perder su soberanía económica en esta industria", advierte un informe del sindicato Comisiones Obreras.

En este sentido, la directora general de la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (Acea), Sigrid de Vries, ha pedido a la Unión Europea una estrategia industrial sólida, que "se aleje del proteccionismo y la ingenuidad" al tiempo que genere condiciones para una actividad económica sostenible, con el objetivo de hacer que el Viejo Continente sea un rival para "los dragones chinos".

La consultora McKinsey ha publicado recientemente un profundo informe en el que avisa de que "las condiciones del mercado europeo para el desarrollo y la producción locales se están volviendo menos competitivas". En este sentido, considera que los fabricantes europeos deben buscar ahorros de costes para competir con los chinos.

"La investigación de McKinsey de 2022 muestra que el precio de compra del vehículo es el factor de compra más importante para los consumidores en todos los mercados. Particularmente en los vehículos eléctricos, los OEM chinos pueden convertir su ventaja de costos en una ventaja competitiva", añade.

De Vries dice en su carta que la diferencia entre China y Europa es el enfoque holístico de la política industrial para realizar una estrategia que va desde la minería, la refinación y la fabricación hasta las redes de carga, la energía barata, los incentivos a la compra y el reciclaje a lo largo de todo el ciclo de vida.