La economía española creció un 6,4% en 2021, casi un punto por encima del 5,5% que hasta ahora el Instituto Nacional de Estadística (INE) había estimado. El organismo ha revisado este lunes los datos de PIB de los últimos tres años tras incorporar un buen puñado de estadísticas que han sido publicadas durante los últimos meses, y en esta ocasión los nuevos datos provocan cambios sustanciales en las cifras de crecimiento.

Este tipo de revisiones se acometen todos los años, no se trata de ninguna decisión sorpresiva ni es fruto de ningún tipo de problema estadístico, pero en esta ocasión los cambios son mayores de lo habitual puesto que la pandemia complicó el cálculo de las cifras de PIB. Por eso, los economistas ya esperaban que en el día de hoy el INE comunicase cambios importantes en las cifras que la misma institución había publicado hace unos meses, aunque finalmente no han sido de la magnitud esperada.

La revisión también ha mejorado la cifra de crecimiento de 2022 hasta el 5,8%, tres décimas por encima del 5,5% hasta ahora recogido. En la misma línea, la caída del PIB de 2020, el año de la pandemia del coronavirus, ha sido revisada una décima al alza, hasta el 11,2% y frente al 11,3%.

"Este dinamismo se mantiene de forma diferencial durante 2023 y permitirá que España sea el país de las grandes economías de la zona euro que tenga un mayor crecimiento económico. Asimismo, el incremento del PIB nominal en más de 20.000 millones de euros ha permitido reducir la ratio deuda/PIB 1,6 puntos adicionales a final de 2022 y permitiría anticipar los objetivos fiscales fijados en el Programa de Estabilidad, adelantando a 2023 la reducción por debajo del 110%", ha pronosticado el Ministerio de Asuntos Económicos en un comentario enviado a medios.

Con respecto a qué ha llevado a revisar las cifras de crecimiento al alza, en la del PIB de 2021 ha influido sobre todo una mayor aportación de la demanda interna, que subió un 6,7%, frente al 5,6% estimado anteriormente. Del lado del gasto, se han revisado los componentes de la demanda nacional, por la revisión del consumo (+6% frente al 5,1%) y por la de la inversión en activos fijos y la variación de existencias (9,4% frente al 5,9%). En cambio, en 2022 contribuyeron más de lo previsto tanto la demanda nacional (2,9%, frente al 3,1% previo) como la demanda externa (2,9%, frente a 2,4%).

El PIB a precios corrientes está un 1,5% por encima de lo estimado

Con la actualización de la serie de cuentas nacionales para los últimos tres años, el PIB anual a precios corrientes de 2022 queda en los 1.346.377 millones de euros, 19.269 millones más o un 1,5% superior al nivel inicialmente estimado y en línea con la actualización realizada en otros países. Aun así, hay que tener en cuenta que el INE podrá volver a revisar estas cifras, puesto que durante los próximos meses continuará incorporando datos y fuentes que se utilizan para el cálculo del PIB, como sucede también en el resto de Estados Miembros de la Unión Europea.

"Según la política de revisión habitual, la difusión de la estimación final es la única que incluye información completa sobre las tablas de origen y destino. En esta ocasión, sin embargo, el INE, consciente de la dificultad de la medición estadística de la actividad económica en circunstancias tan excepcionales como las que ha supuesto la crisis del COVID-19, ha realizado un esfuerzo adicional para estimar los dos años más afectados por la pandemia (2020 y 2021) a través del marco contable detallado por productos y ramas de actividad de las tablas de origen y destino, adelantando un año, por tanto, la compilación habitual de las tablas de origen y destino del año 2021, que se han elaborado con carácter provisional", ha explicado el Instituto.

En Reino Unido, tras una revisión estadística del mismo tipo, hace unas semanas supo que recuperó el PIB prepandemia a finales de 2021, pese a que las cifras anteriores apuntaban que entonces la economía británica era un 1,2% más pequeña. Es algo que ha sucedido en toda la UE, donde en un primer momento parecía que en 2020 el PIB había caído un 4,8%, mientras que ahora todo apunta a que el retroceso fue del 3,8%, y en 2021, el rebote inicial que en un primer momento se había cifrado en el 4,8%, ahora ha sido revisado al 5,2%. En Estados Unidos los vaivenes de las cifras han sido constantes.