El glifosato será legal en la Unión Europea al menos otros 10 años, hasta diciembre de 2033. La Comisión Europea ha tomado las riendas de la decisión después de que los estados miembro no hayan apoyado con la mayoría suficiente la decisión; sin embargo, la Comisión ha seguido las recomendaciones de la Agencia Europea de Sustancias Químicas (ECHA) y la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA), que ha evaluado exhaustivamente durante los últimos años el que es el herbicida más utilizado a nivel mundial y europeo.

Bruselas extiende el uso del glifosato, aunque sujeto a ciertas nuevas condiciones y restricciones que incluyen la prohibición del uso como desecante antes de la cosecha y la necesidad de ciertas medidas para proteger los organismos que no sean objetivo del herbicida.

De esta manera, los estados miembro son responsables de la autorización nacional de los productos fitosanitarios que contienen glifosato y podrán restringir su uso a nivel nacional y regional si lo consideran necesario en función del resultado de las evaluaciones de riesgos, teniendo en cuenta especialmente la necesidad de proteger biodiversidad.

La decisión de la Comisión satisface la reivindicación encabezada por la Alianza por una Agricultura Sostenible (ALAS), integrada por las organizaciones de agricultores ASAJA, COAG y UPA, Cooperativas Agro-alimentarias de España, la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas vivas (FEPEX) y la Asociación Española Agricultura de Conservación Suelos Vivos, AEAC.SV.

Los agricultores han defendido en los últimos tiempor que la utilización del glifosato es vital en un contexto de inflación como el actual, ya que "contribuye a la productividad agrícola y permite llevar a los hogares productos seguros y sostenibles sin encarecer innecesariamente el coste de producción". 

Desde la oficina de ASAJA en Bruselas se ha celebrado la decisión y se ha agradecido "al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, por su trabajo", ya que España sí que votó a favor de la decisión. Dos de las principales economías europeas, Francia y Alemania, se abstuvieron en la última votación, "su posición es muy cómoda porque dicen, 'yo no voto nada y que sea Bruselas la que toma la decisión', de esta manera ellos no tienen ninguna consecuencia a nivel nacional", indican desde la oficina de ASAJA en Bruselas.

El glifosato se aplican generalmente antes de sembrar los cultivos para controlar las malezas y así facilitar un mejor crecimiento de los cultivos al eliminar las plantas competidoras. Según apunta la Comisión "esto elimina o minimiza la necesidad de utilizar máquinas de arado, reduciendo así la erosión del suelo y las emisiones de carbono".

La votación, que ha concluído con la aprobación por parte de la Comisión Europea al no alcanzar la mayoría necesaria para aprobarse o rechazarse, se ha saldado con 17 votos a favor, 3 en contra y 7 abstenciones.