La compañía de mecanizados Escribano ha elevado su peso en el accionariado de Indra hasta el 8%. La empresa española que se hizo en mayo con un 3,4% de las acciones por 65 millones incrementa su peso en la cotizada y refuerza su posición como actor clave en la industria de la defensa española.

La firma de los hermanos Ángel y Javier Escribano califica la operación en la empresa que preside Marc Mutra como una "inversión estratégica" con la finalidad consolidar su posición empresarial. Entre otras cosas, apuesta por fomentar la creación de nuevas tecnologías, el desarrollo de nuevas capacidades y la creación de empleo cualificado en toda la geografía española.

"La operación contribuirá al desarrollo de los programas de Defensa actuales y futuros en los que la compañía trabaja tanto para el mercado internacional como nacional", recalca en un comunicado de la compañía fundada en 1989.

La operación les convierte en el segundo accionista por detrás de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), que controla casi el 30% del capital de Indra.

En Córdoba va a invertir 20 millones para la producción de nuevas tecnologías de munición inteligente y lanzacohetes. Ello supondrá crear más de 200 nuevos puestos de trabajo directos de alta cualificación.

La empresa asegura tener "un crecimiento rentable que ronda el 35% de media anual en los últimos 10 años, gracias a la integración vertical de sus capacidades de fabricación y a la incorporación de las áreas de ingeniería".

Ello ha hecho que la plantilla pase de tener 80 profesionales en 2010 a más de 750 en la actualidad, con una edad media de entre 30 y 35 años. Destacan los ingenieros y perfiles técnicos. En total, un 40% son mujeres y la firma la dirigen los dos hijos del fundador.

La firma recalca su inversión en innovación e I+D+i, que alcanza el 68% de su resultado de explotación (13 millones de euros en 2022) y que ha tenido un incremento del 126% en los últimos dos años.

Ahora mismo exporta a más de 25 países y tiene previsto cerrar 2023 con una facturación de 120 millones de euros. Además, recientemente ha recibido el sello de calificación crediticia BBB (Investment Grade), un reconocimiento que acredita su solvencia para emprender operaciones corporativas y que sólo logra un 8% de las empresas auditadas.