Manuel Azuaga ha comunicado este viernes su renuncia como consejero de Unicaja y como presidente de la entidad. Azuaga dejará en los próximos meses sus cargos en Unicaja cuyas riendas tomó en 2016, primero como presidente ejecutivo, sucediendo a Braulio Medel, y desde septiembre de este año como presidente no ejecutivo.

La renuncia surtirá efectos una vez obtenida la no objeción supervisora del Banco Central Europeo, y cuando se acuerde la designación como presidente, de quien vaya a sucederle en dicho cargo.

Unicaja ha sufrido muchos cambios estructurales como la salida a Bolsa, la fusión con Liberbank y la crisis institucional abierta por las polémicas generadas en la Fundación Unicaja, principal accionista, durante el mandato de Medel. Ahora, superados los vaivenes que hicieron tambalear los cimientos de la entidad y devuelta la estabilidad, Azuaga ha decidido dar un paso atrás.

De hecho, en el consejo de administración, el todavía presidente ha señalado que, una vez culminada en todos sus aspectos la fusión con Liberbank, finalizado el periodo transitorio previsto en la misma, así como culminados distintos procesos en el ámbito de la gobernanza de la Sociedad con los acuerdos adoptados en la Junta General Extraordinaria celebrada recientemente, "es el momento idóneo para su relevo en el cargo y poner fin a su carrera desarrollada en Unicaja Banco desde su constitución en el año 2011, y en las entidades que lo precedieron, desde 1986".

Después de tomar conocimiento de esta renuncia, el Consejo de Administración ha acordado activar el Plan de Sucesión para la selección del candidato a sustituirle. En el proceso se contará con el apoyo de un consultor independiente.