El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha ratificado este miércoles el dato de IPC de noviembre, que se moderó al 3,2%, lo que dará lugar a una subida de las pensiones contributivas del 3,8%. Aunque es menos de la mitad de lo que se incrementaron el año pasado (8,5%), esta revalorización obligará a la Seguridad Social a soportar una factura extra de casi 7.000 euros. Con la subida de las pensiones mínimas y las no contributivas, que confirmó este martes la nueva ministra del ramo, el coste subirá casi otros 1.000 millones más.

La revalorización de las pensiones que se aprobó por ley en 2021 establece que estas deberán incrementarse cada enero según el valor medio de la inflación, que se calcula cada noviembre en base al IPC medio entre los meses de diciembre del año precedente y noviembre del año en curso. Con el mencionado aumento, la pensión máxima se situará en 2024 en 3.175 euros mensuales en catorce pagas, frente a los 3.059 euros de 2023.

Cae el precio del combustible

En la moderación del IPC de noviembre -que frente al mes anterior ha caído un 0,3%- ha influido sobre todo la disminución de los precios de los carburantes y lubricantes, la del ocio y la cultura y en parte también la de los alimentos. Aun así, el precio de los alimentos es un 9% superior al del año pasado. Con todo, es una buena noticia porque está cinco décimas por debajo a la que el IPC marcó el mes anterior, algo que tiene que ver con la bajada de los precios del pan y cereales y la leche, huevos y queso, frente a las subidas del año anterior, y que los precios de la carne han aumentado menos que en noviembre de 2022.

En sentido contrario, las legumbres y hortalizas suben sus precios, que bajaron en el mismo mes del año anterior. Y la vivienda ha tirado del IPC hacia arriba, sobre todo por los precios de la electricidad.

Este dato del IPC es el más bajo marcado en solo tres meses, después del repunte que los precios han venido experimentando este verano. En junio, la inflación descendió hasta el 1,9%, la cifra más baja vista desde marzo de 2021, pero desde entonces los precios volvieron a repuntar. Durante los últimos meses del año, se esperan subidas aún considerables, de manera que la media del año termine en el entorno del 4%. Febrero fue el mes que registró un mayor IPC este año, del 7,7%.

"Los precios disminuyeron 3 décimas en noviembre, la mayor caída desde septiembre del pasado año. La inflación subyacente, que excluye alimentos no elaborados y energía, ha seguido reduciéndose de forma significativa en noviembre, siete décimas, hasta el 4,5%, lo que supone la menor tasa desde abril del pasado año. Con ello, gracias a las medidas de política adoptadas por el Gobierno la inflación general mantiene su senda descendente a lo largo del año, permitiendo que los salarios sigan ganando poder adquisitivo y las empresas españolas una mayor competitividad aumentando su cuota de mercado, incluso en el complejo contexto internacional", han valorado desde el Ministerio de Economía.

La inflación subyacente cae siete décimas y se sitúa en su mejor dato desde abril del año pasado, pero aún está 1,3 puntos por encima del IPC general. Hasta noviembre, los salarios pactados en convenio están subiendo un 3,5%, por lo que ya superan el índice general, pero no el subyacente. Las previsiones de los analistas apuntaban desde el principio a una moderación de los precios a final de este año, pero cabe recordar que la mayoría ya esperan un 2024 con más inflación que en 2023, sobre todo por la retirada de las medidas de ayuda del Gobierno.