La cuenta atrás se activó hace meses, pero todo hace indicar que la espera se va a dilatar hasta el último segundo. La Comisión Europea debe dar el veredicto final sobre la fusión de Orange y MásMóvil, que dará a la mayor compañía de telecomunicaciones en España por número de clientes.

Bruselas ha ido emitiendo varios juicios desde que las dos compañías anunciaron las intenciones de crear una nueva joint venture para dar un golpe sobre el tablero de las telecomunicaciones en España. La CE dio varios avisos sobre la competencia en el mercado nacional y llegó a asegurar que podría haber problemas si se diera dicha fusión.

Orange y MásMóvil trabajaron, en este sentido, para convencer a la Comisión Europea para que diera un veredicto a favor. Las dos compañías alcanzaron un acuerdo con Digi para comprar bloques de espectro de Yoigo por 120 millones, y además firmará un acuerdo de roaming con la operadora francesa.

La fecha clave es el 15 de febrero. Ese día, la Comisión Europea deberá transmitir al mercado el veredicto final y será a partir de ese momento cuando MásMóvil y Orange puedan comenzar a dar los primeros pasos para ser una única empresa, salvo sorpresa mayúscula y veredicto contrario de Bruselas.

Malestar

Pero mientras se cierran los trámites burocráticos para cerrar la fusión de las operadoras, los trabajadores viven días de incertidumbre. Fuentes de ambas plantillas explican a este periódico que la “espera se está haciendo larga” y que “no beneficia a nadie”. Los trabajadores de Orange y MásMóvil coinciden que “los tiempos se están alargando demasiado y bloquean todos los movimientos internos”.

A su vez, se lamentan que las directivas de las compañías hayan “mantenido pocas conversaciones y actualizaciones del estado actual de la fusión” entre las dos compañías que darán lugar a la mayor operadora de telecomunicaciones de España por número de contratos móviles y fijos.

Estas mismas fuentes también explican los problemas que llevan arrastrando desde que se iniciara el proceso de fusión entre ambas compañías. Argumentan, en conversación con este periódico, que “las negociaciones con clientes y proveedores son más costosos” puesto que “prefieren esperar” para conocer el detalle de la operación resultante.

Orange y MásMóvil siguen trabajando

Fuentes de las compañías, no obstante, insisten en que los empleados han sido “informados” pertinentemente desde que se iniciara el proceso de creación de la nueva operadora de telecomunicaciones. Insisten, además, que la operación podría frenar en caso de que los negocios de Másmóvil u Orange hubieran cambiado o se hubieran alterado por culpa de la fusión. “Se han dado casos en los que Competencia ha cancelado los proyectos por este tipo de prácticas”, sentencian desde el sector de las telecomunicaciones.

Respecto al futuro después de la decisión formal de la CE, se espera que en dos meses la nueva joint venture comience a dar sus primeros pasos. Cabe recordar que el pacto se cerró en 7.800 millones de euros para Orange España y 10.900 millones para MásMóvil (2.000 millones de Euskaltel y otros 6.000 millones de deuda) y no se esperan cambios sustanciales en estas cifras.

Orange y MásMóvil han insistido desde que se formalizaron las negociaciones entre ambas partes que son competidores en un sector muy marcado por las ofertas agresivas de las operadoras y han firmado acuerdos independientes a la fusión.

Por ejemplo, MásMóvil se presentó por sorpresa al concurso del 5G rural, en el que el Gobierno reparte a los operadores 544 millones de euros en subvenciones para acelerar la llegada del 5G a las poblaciones de menos de 10.000 habitantes de la España vacía. Orange, por su parte, también negoció con Telefónica para obtener los derechos del fútbol, independientemente de lo que pueda pasar en un futuro próximo.