La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) calcula que el gasto en pensiones aumentará alrededor de un 5% cada año de aquí a 2028. La revalorización de las pensiones con el IPC, más el consistente aumento del número de pensionistas, más el hecho de que estos jubilados tendrán derecho a prestaciones más altas que las generaciones anteriores, provocará que el Gobierno se verá obligado a gastar en pensiones más cada año.

En concreto, este año gastará un 6% más que el pasado, el próximo, un 5,6% más que este, y así cada ejercicio hasta 2028, último ejercicio de la previsión, donde el incremento del gasto será del 4,5%. La ralentización se debe a la moderación de la inflación —la AIReF espera que se mantenga en el 2% a partir de 2026— y del crecimiento del importe de las prestaciones, pese a que el número de pensiones aumenta a lo largo de todo el horizonte de proyección. Como resultado de esta evolución, el peso del gasto en pensiones de la Seguridad Social sobre el PIB aumenta progresivamente desde el 11,9% en 2024 hasta el 12,5% en 2028.

Según los cálculos que ha publicado este jueves la Autoridad Fiscal, el próximo año las pensiones se revalorizarán un 3,1%, en línea con el que espera que sea aumento medio de los precios de este año. Por otro lado, espera que el número de jubilados con derecho a pensión pública crezca un 1,4% y que el efecto sustitución -como se conoce el aumento del gasto ligado a que los nuevos jubilados han cotizado más que los pensionistas actuales- lleve a otro aumento del gasto del 1%.

“El gasto en pensiones se mantiene con tasas de crecimiento altas, pero queda compensado por el dinamismo de las cotizaciones, las medidas y las transferencias de la Administración Central”, recoge el Informe sobre los Presupuestos Iniciales de las Administraciones Públicas, que el organismo está obligado a publicar pese a ausencia presupuestos generales del Estado. Es lo que sucede, al menos, este año, puesto que el incremento de una décima del gasto en pensiones se ha visto equiparado con la disminución del gasto en prestaciones por desempleo, "de forma que el total de prestaciones sociales en efectivo se mantiene constante en puntos de PIB".

Por los mismos motivos, las prestaciones sociales en efectivo aumentarán su peso sobre PIB desde el 17,3% en 2024 hasta el 17,7% en 2028. El incremento se explica por la evolución del gasto en pensiones, que determina que su peso sobre PIB aumente seis décimas entre 2024 y 2028. Este incremento se ve contrarrestado parcialmente por la reducción de dos décimas del gasto en prestaciones por desempleo, lo mismo que sucede con las cifras anteriores.

La reforma de las pensiones reduce el déficit una décima

Con respecto a las medidas aprobadas en el marco de la reforma de las pensiones para intentar compensar el aumento del gasto, AIReF calcula que conseguirán reducir una décima el déficit en 2024, dos en los dos años siguientes y tres en 2027 y 2028. Las medidas incluyen la subida de las cotizaciones sociales que ya entró en vigor el año pasado (mecanismo de equidad intergeneracional), que empezó aumentando las cotizaciones que se pagan por trabajador en 0,6 puntos y sube una décima al año hasta 2029.

Pero también el incremento de las bases máximas de cotización, que entra en vigor este año, y la cuota de solidaridad, que lo hace el próximo, con el consiguiente recargo a los salarios más altos (los que superan la base de cotización máxima).

Por otro lado, la reforma también introducía medidas que aumentaban el gasto, como el incremento de las pensiones mínimas y no contributivas entre este año y el 2027, para garantizar que superen determinados umbrales de pobreza, y el ingreso mínimo vital (IMV). Es la razón por la que durante dicho periodo el déficit suba alrededor de una décima de PIB más.

La Seguridad Social estabilizará su déficit en el 0,4% del PIB

Como consecuencia, la Seguridad Social estabilizará su déficit en el 0,4% del PIB a medio plazo, tras el pico que alcanzó el año pasado, del 0,6% del PIB. Ese aumento de poco más de una décima provocó que en los datos de ejecución presupuestaria de 2023 que publicó hace algunas semanas la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE), se apreciase un incremento del déficit de la Seguridad Social del 39% en solo un año, hasta alcanzar los 8.211 millones de euros.

Para el conjunto de las administraciones públicas, la AIReF espera un déficit del 3% del PIB este año, en línea con su informe anterior y también con las expectativas del Gobierno. Sin embargo, hay factores que han cambiado: las nuevas medidas anticrisis aprobadas suben el déficit dos décimas, porque hacen caer la recaudación, aunque las mejores previsiones del PIB bajen por otro lado el déficit en tres décimas. Asimismo, los datos conocidos a finales de 2023 con respecto al déficit de las Administraciones Públicas lleva a sumar una décima de mayor déficit. Por último, el menor coste de las medidas anticrisis en 2024 frente a 2023 llevan a reducir la previsión de déficit de este año en siete décimas.