Precio de la luz hoy, 4 de febrero de 2025: temperatura calefacción

Hay muchos hogares que no poseen una calefacción propia por vivienda, sino que tiene una calefacción central que es de toda la comunidad de vecinos y que se encuentra regulada para funcionar a determinadas horas, marcadas siempre por estos individuos.

Este martes 4 de febrero de 2025, el precio de la luz para el pequeño consumidor en los hogares españoles (PVPC), alcanzará un promedio de 203,60 euros/MWh, según datos facilitados por la Red Eléctrica de España.

En el mercado mayorista (Pool), el valor se encuentra por debajo, con un promedio de 143,39 euros/MWh, según el Operador del Mercado Ibérico de Energía (OMIE).

¿A qué temperatura debe estar la calefacción en una vivienda?

La temperatura ideal para la calefacción en España durante el invierno suele situarse entre los 20 y 22 grados Celsius. Esta franja de temperatura no solo asegura el confort en el hogar, sino que también contribuye a la eficiencia energética y al ahorro en la factura de la luz. Mantener la calefacción en un nivel moderado ayuda a evitar el sobrecalentamiento de los espacios, lo que puede resultar incómodo y perjudicial para la salud, especialmente en personas mayores o con problemas respiratorios.

Además, es recomendable utilizar termostatos programables para ajustar la temperatura según las necesidades diarias, evitando así el consumo innecesario de energía. También se sugiere complementar la calefacción con medidas de aislamiento, como sellar ventanas y puertas, para mantener el calor en el interior. De esta manera, se logra un ambiente cálido y acogedor sin comprometer el bienestar económico ni el medio ambiente.

Riesgos de tener la calefacción a una temperatura inadecuada

Poner la calefacción a una temperatura demasiado alta puede acarrear varios riesgos tanto para la salud como para el hogar. En primer lugar, el exceso de calor puede provocar deshidratación y sequedad en las vías respiratorias, lo que aumenta la susceptibilidad a infecciones respiratorias. Además, el aire caliente puede irritar la piel y los ojos, causando molestias y reacciones alérgicas.

Desde el punto de vista de la seguridad, mantener una temperatura elevada puede incrementar el riesgo de incendios, especialmente si hay materiales inflamables cerca de las fuentes de calor. También puede sobrecargar el sistema de calefacción, lo que podría resultar en fallos mecánicos y costosas reparaciones.

Finalmente, mantener la calefacción a niveles excesivos impacta negativamente en el consumo energético, lo que se traduce en facturas más altas y un mayor impacto ambiental. Por lo tanto, es recomendable ajustar la calefacción a una temperatura moderada y confortable para evitar estos riesgos.