El Banco de España incluye en sus previsiones un alerta sobre uno de los motores de la economía española; el turismo. El organismo supervisor que preside José Luis Escrivá no solo recorta unas décimas la previsión de crecimiento para 2025 y 2026, sino que avisa en su último informe trimestral de que se producirá una "gradual desaceleración de las llegadas de turistas internacionales" en los próximos trimestres. Tras varios años batiendo récord tras récord en visitantes extranjeros, el componente clave en el crecimiento podría empezar a ceder terreno en un contexto internacional de máxima incertidumbre por la guerra arancelaria.
Este factor explica en parte, según el Banco de España, que "la contribución de la demanda exterior neta al crecimiento del PIB sería negativa en 2025 y prácticamente nula en 2026 y 2027". El director general de Economía del BdE, Ángel Gavilán, dio por hecho este lunes en la presentación del informe trimestral que "este año se seguirán registrando máximos históricos en la mayor parte de las variables relacionadas con el turismo" pero advirtió de que "en términos de crecimiento se ve una desaceleración bastante evidente".
Y puso el ejemplo de un indicador como el de las pernoctaciones hoteleras. Sus tasas de crecimiento entre 2023 y 2024 (con 93,8 millones de visitantes) eran del 10%, el 13% o hasta el 20% en los tres primeros meses del año. "Ahora también se está creciendo, pero a ritmos menores. La distancia entre el nuevo máximo y el máximo anterior es más reducida", abundó en su última presentación como responsable del servicio de estudios de la institución.
Sin embargo, no entró más al detalle en las causas de ese pronóstico. El Informe Anual presentado hace unas semanas -tras el que anunció su dimisión del cargo- sí subraya que "como consecuencia del actual conflicto arancelario, se ha producido recientemente una notable apreciación del euro frente al dólar". Y remarca que "esto podría suponer una cierta pérdida de competitividad para el sector turístico español, que afectaría negativamente a las llegadas de turistas extranjeros a nuestro país o a su nivel de gasto durante su estancia".
Según el citado informe, "la evidencia empírica apunta a que una apreciación del euro suele incidir negativamente, si bien con un retardo de aproximadamente un año y medio, sobre el volumen de pernoctaciones hoteleras de los turistas extranjeros en nuestro país, un efecto que es particularmente acusado en el caso de los turistas estadounidenses".
En 2024 llegaron a España más de cuatro millones de turistas procedentes de Estados Unidos, en lo que supone la cifra más alta registrada desde 1999. Esto ha convertido a EEUU en el principal país no europeo emisor de turistas hacia España. Según recuerda el propio BdE, "son unos turistas para los que el gasto medio por persona y la estancia media en España son mayores que los que se observan para el turista promedio en nuestro país".
Caen también las exportaciones de servicios no turísticos
De vuelta a las últimas previsiones presentadas este lunes, el BdE subraya también que "las exportaciones de servicios no turísticos —que han experimentado un auge notable tras la pandemia— también verían moderado su avance a lo largo del horizonte de proyección". Del lado de las exportaciones de bienes, el organismo señala que "experimentarían una ligera contracción en 2025, resultado del escenario comercial global y del débil crecimiento de la UEM, y se recuperarían después, en línea con la evolución prevista para los mercados exteriores de nuestro país".
El Banco de España, como se encargó el lunes de adelantar Escrivá en el Congreso, ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento de la economía española tres décimas para 2025 y una décima para 2026. El pronóstico deja el avance del Producto Interior Bruto en el 2,4%, frente al 2,7% anunciado en su informe de marzo.
Según las últimas proyecciones, el avance de la economía en el período 2025-2027 "estaría basado en el empuje de la demanda interna". Dentro de esta, el consumo privado sería el principal factor de empuje de la actividad, gracias a la evolución
favorable que prevé en renta disponible, empleo y población. "No obstante, experimentaría una desaceleración a lo largo del horizonte de proyección, en un contexto de considerable incertidumbre, menor confianza y una elevada tasa de ahorro", avisa el BdE.
Por su parte, la formación bruta de capital aumentaría su contribución al crecimiento del PIB en 2025 con respecto a 2024, tras el repunte observado en esta rúbrica en el tramo final del año pasado. Y para los años 2026 y 2027 también mantendría tasas de crecimiento "relativamente sólidas". Por un lado, se cuenta con el despliegue de los fondos europeos Next Generation, pero también con las mejores condiciones de financiación y eel dinamismo de la inversión residencial.
En último lugar, el Banco de España considera que el consumo público moderará su aportación al aumento de la actividad en los próximos años frente al auge registrado en los años 2022 y 2023. Eso sí, se vería impulsado por el incremento anunciado del gasto en defensa. El informe del supervisor, sin embargo, rebaja las expectativas del Gobierno de Pedro Sánchez sobre el impacto en el PIB de su plan industrial para elevar el gasto militar. Frente a la horquilla de entre cuatro y siete décimas, el BdE cree que el empuje en 2025 se quedará solo en una décima.
Te puede interesar
1 Comentarios
Normas ›Para comentar necesitas registrarte a El Independiente. El registro es gratuito y te permitirá comentar en los artículos de El Independiente y recibir por email el boletin diario con las noticias más detacadas.
Regístrate para comentar Ya me he registradoLo más visto
hace 11 minutos
Escribá también lee los periódicos ingleses.