La guerra que se venía gestando entre Ryanair y Aena durante los últimos meses ha terminado de estallar con el inicio del nuevo curso. La aerolínea irlandesa ha anunciado la supresión de varias bases en España por la subida de tasas del gestor aeroportuario semipúblico. Pero la cotizada acusa a la compañía que preside Michael O'Leary de haber desplegado una estrategia "guiada por el fariseísmo, la mala educación y el chantaje" para intentar imponer sus condiciones. En un duro comunicado, Maurici Lucena denuncia las prácticas de la aerolínea líder en España por número de pasajeros.
El socialista catalán que dirige el gestor aeroportuario acusa a la aerolínea de "atemorizar a la opinión pública con la retirada de sus aviones", como anunció este miércoles su consejero delegado, Eddie Wilson. La compañía llevará a cabo una reducción del 16% de las plazas que ofrecerá en España durante la temporada de invierno (de finales de octubre a finales de marzo) respecto a la temporada pasada. Algo que se suma a los 800.000 asientos eliminados en verano. También cierra la base de Santiago de Compostela y suspende vuelos a los aeropuertos de Vigo y Tenerife Norte desde el 1 de enero.
Ryanair es la compañía líder, con 32,6 millones de pasajeros transportados en el primer semestre de 2025, un 6,5% más respecto al año anterior. Vueling movió más de 23 millones de viajeros, un 1,9% más interanual. En paralelo al recorte anunciado, la compañía de vuelos de bajo coste crecerá en otros aeropuertos de mayor tamaño en España, aunque sin desvelar cifras. "No es verdad que Ryanair elimine rutas en estos aeropuertos porque las tarifas son caras, sino porque traslada sus aviones a los aeropuertos en los que puede fijar precios más altos en sus billetes y ganar así más dinero", dice el máximo ejecutivo de Aena.
Las tarifas aeroportuarias de Aena subirán a partir de marzo del próximo año 0,68 euros, un 6,6 %, para situarse en 11,03 euros por pasajero. Pero en opinión de Aena, "la decisión de un ciudadano de coger un avión no depende de que el billete cueste 0,68 euros más el año que viene". Y reprocha que Ryanair, "sin sonrojarse, ha subido sus billetes en el último año un promedio del 21%". En este sentido, Lucena denuncia que "Ryanair quiere aprovecharse de su elevada cuota de mercado conseguida en España para transformar esta relación de simbiosis en una relación de vasallaje".
Desde el gestor aeroportuario dicen que el establecimiento de las tarifas aeroportuarias "no responde a ninguna decisión caprichosa" y defienden que son "de las más competitivas del entorno europeo". Por contra, creen que la irlandesa emite declaraciones públicas para tratar "de confundir a la opinión pública para favorecer sus intereses". Y no solo en España, sino que ha desplegado la misma estrategia en Alemania, Francia, Italia, Bélgica, Grecia o Reino Unido. Además, le acusan de tergiversar cifras porque el número de slots para la temporada de invierno solicitados formalmente por Ryanair, es significativamente superior a las cifras comunicadas por la compañía.
Varias comunidades autónomas como Galicia, Cantabria, Aragón o Canarias responsabilizan al gestor aeroportuario de la decisión de la aerolínea irlandesa. Aunque desde Aena recuerdan que Ryanair "es famosa entre los alcaldes y los consejeros de los gobiernos autonómicos por su trabajo de zapa constante en busca de dinero público para financiar sus vuelos en los aeropuertos regionales". "Lo que quiere Ryanair es, sencillamente, ganar más dinero, aunque sea sufragado por el bolsillo de los contribuyentes españoles", añade.
La aerolínea irlandesa dice que "mantiene su compromiso de crecer en las regiones españolas, pero este crecimiento se ve bloqueado por las tarifas excesivas de Aena". Pero el gestor aeroportuario responde que "ninguna fuerza demoníaca sobrenatural obliga a Ryanair a ser uno de los grandes clientes de Aena y vender sus billetes de avión a más de 60 millones de personas con origen o destino españoles".
Si los usa, prosigue el comunicado de Lucena, es "porque libremente quiere hacerlo y sobre todo porque, conforme a su enfático objetivo de maximización de beneficios, le conviene hacerlo". Sin embargo, Ryanair sostiene que los aeropuertos regionales españoles no son competitivos en comparación con los de países como Italia, Marruecos, Croacia, Albania, Hungría o Suecia, que "están reduciendo los costes de acceso para impulsar el tráfico, el turismo y el empleo".
Sea como fuere, Aena recuerda que las rutas suprimidas por Ryanair en los aeropuertos regionales no son "irrecuperables". Y pone como ejemplo la restitución de la ruta Valladolid–Barcelona que operará Vueling durante este invierno desde el aeropuerto de Villanubla, tras haber sido "eliminada por Ryanair con clara intencionalidad política". Frente a las acusaciones de la aerolínea irlandesa, Lucena concluye que "un país como España (...) no puede diseñar y articular su sistema aeroportuario en función de los intereses espurios y egoístas de una sola aerolínea".
Además, recalca que "si los aeropuertos españoles evolucionaran al son de las exigencias, el lloriqueo, los embaucamientos y la infumable estrategia de extorsión de Ryanair, a medio y largo plazo, los aeropuertos dejarían de funcionar bien (como lo hacen en la actualidad) y no serían sostenibles financieramente".
Asimismo, esgrime que "una parte de las tarifas de los aeropuertos más grandes cubre las pérdidas de los de menor tamaño y, de esta forma, Aena gestiona una amplia red de aeropuertos sin recurrir al dinero de los contribuyentes". Pero Ryanair denuncia que esos aeródromos regionales "están vacíos en un 70%".
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