Lo habrá visto en más de una ocasión. Instalaciones de recarga eléctrica en estaciones de servicio que no están operativas. En muchos casos se trata de cargadores nuevos pero que los conductores no pueden utilizar por carecer de corriente. En otros, por estar en proceso de mantenimiento. En España no son pocos: 14.643 cargadores están fuerza de servicio, según datos de la Asociación de Fabricantes de Vehículos (ANFAC). La imagen se repite en todo el país, puntos de recarga inoperativos por distintos motivos que van desde la tardanza en la obtención del suministro para conectarse a la sobrecargada red eléctrica, hasta averías o procesos de mantenimiento.

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En términos generales, se estima que uno de cada cinco cargadores eléctricos de la red que existe en nuestro país no está operativa. Anfac estima que alcanza el 22% en términos generales, pero en algunos casos es significativamente superior. Es el caso de Galicia, donde de sus 2.772 puntos de recarga de acceso público instalados el 26% no está operativo. Algo similar sucede en la Comunidad Valenciana, con cerca del 25% de sus 6.755 cargadores fuera de servicio. En Madrid, Cataluña y Andalucía, las comunidades con una red más amplia la situación es muy parecida. En los tres casos el porcentaje de sus puntos de recarga fuera de servicio oscila entre el 21% y el 22%. Es decir, uno de cada cinco.

Los datos recogidos por Anfac hasta el pasado 30 de septiembre dibujan un mapa de puntos de recarga que suman 52.107 puntos de acceso público operativos y a los que en caso de sumarse los que están fuera de servicio alcanzaría una cifra global de 66.750 puntos. Por ello apela a la necesidad de poner en foco sobre esta realidad que limita la oferta de puntos de recarga y la operatividad de la red de movilidad eléctrica en nuestro país.

Vandalización de cargadores

Precisamente la obtención de permisos y autorizaciones para acceder al suministro eléctrico es una de las causas que está detrás de esta realidad. La saturación de la red eléctrica, denunciada por las compañías, es una de las causas que también está dificultando la operatividad de esta red de recarga eléctrica.

Esta situación ha llevado incluso a la Asociación Empresarial para el Desarrollo e Impulso de la Movilidad (AEDIVE) a reconsiderar su metodología de recogida de datos. Así, a partir de ahora recabará únicamente los puntos de recarga activos en el momento de realizar sus informes. El objetivo es aportar una fotografía más rigurosa y real del estado de la red de recarga en España. Así, según sus datos, a 1 de octubre de este año había incluso menos puntos operativos que los detallados por Anfac. Según AEDIVE funcionaban 48.594 puntos de recarga, una cifra que pese a todo representa un incremento del 7% respecto a los datos que recabó a 31 de diciembre pasado.

Desde Aedive apuntan también que en muchos casos los puntos de recarga no están operativos por haber modificado su potencia y estar a la espera de suministro o permisos. Fuentes de la asociación añaden que otro fenómeno en ocasiones está detrás de esta realidad, como es la vandalización de algunos puntos de recarga. Los casos de robos de mangueras de recarga, por su alto valor en cobre, “se están dando y son muy peligrosos”.  

Recargas lentas

Pese a esta situación, la red de puntos de recarga continúa creciendo de manera importante. Sólo en el tercer trimestre de este año ha aumentado con 4.215 suministradores de recarga nuevos. Se trata del segundo mayor incremento desde 2020. Anfac destaca que el ‘indicador global de electromovilidad’, que valora la penetración de la movilidad eléctrica y el crecimiento de la red, también ha mejorado: “España comienza a separarse de los países que van a la cola y se acerca poco a poco a la media europea”, señala. En este ranking se sitúan a la cabeza Madrid, Navarra y Cataluña, con puntuaciones de 31 a 24 puntos sobre 100. Pese a la mejoría aún se trata de indicadores muy alejados de los que registran países como Noruega, Países Bajos y Alemania.

A pesar de ir ampliando la red de recarga, en el caso de España continúa siendo una red lenta. Actualmente sólo el 10% de los puntos de recarga – 5.119 puntos- pueden considerarse rápidos, por encima de los 150 KW.

La esperanza está puesta en que pueda crecer a un ritmo superior las recargas de alta potencia. En los últimos tres meses sólo se instalaron 463 puntos de entre 150 KW y 250 KW, además de otros 277 puntos por encima de los 250 KW. Frente a ello, de julio a septiembre en España se continúa instalando puntos de recarga lenta, de 22 KW o menos. Se instalaron 2.792 nuevos cargadores, con lo que suponen ya el 70% del total de la red de recarga eléctrica española de acceso público: “Ese dato es uno de los que debe revertirse, ya que una carga rápida es fundamental para que el vehículo eléctrico pueda ser considerado como ‘primer coche’ y un vehículo ‘para todo’”, asegura Anfac.

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