Objeto social: "Fabricación de elementos de yeso para la construcción". Tiene la patente internacional de un novedoso aislante térmico y acústico con múltiples aplicaciones y carece de experiencia como suministrador de material médico, pero ello no ha sido impedimento para hacer una incursión altruista en este sector con la intención de poner su grano de arena en la lucha contra el coronavirus. A Hyperin Grupo Empresarial SL se le han quitado las ganas muy posiblemente de repetir después de la experiencia fallida que ha vivido.

La empresa madrileña ofreció al Ministerio de Sanidad un pedido inmediato de 144 respiradores por 3,31 millones de euros, a razón de 22.990 euros la unidad (impuestos y porte incluidos). A precio de coste. Sin beneficio alguno. Era su forma de colaborar en la gestión de esta crisis sanitaria, cuyo abordaje ha obligado al sistema sanitario a multiplicar el número de ventiladores debido a la infección que provoca el 2019-nCoV y la necesidad de respiración asistida que presentan muchos de los enfermos.

La directora general de Cartera Común del Servicio del Sistema Nacional de Salud y Farmacia, Patricia Lacruz, firmó el pasado 24 de marzo la memoria por la que justificaba la compra a Hyperin de un lote de dispositivos de ventilación mecánica invasiva. La compañía se convertía así en uno de los proveedores contratados de emergencia por Sanidad.

Modelo de respirador que compró el Ministerio de Sanidad.

Se trataba de 144 respiradores del modelo Vivo-65, versión que el fabricante Breas lanzó en 2017. "Es un ventilador para el cuidado domiciliario avanzado diseñado para proporcionar un tratamiento cómodo y seguro (soporte vital) a pacientes adultos y pediátricos desde los cinco kilos", describe el fabricante, que lo califica de "elección excelente" para el hogar, el hospital e instalaciones de cuidados prolongados.

El 25 de marzo, el Ministerio que dirige Salvador Illa hizo una transferencia de pago por anticipado de todo el pedido, cumpliendo así la condición que el intermediario había exigido. Este requisito lo han planteado muchas de las empresas con las que el Gobierno ha cerrado acuerdos, debido a que la demanda de material supera con creces la producción y tienen la certeza de que pueden darle salida a toda la mercancía.

Cambio de modelo

Todo marchaba según lo previsto hasta que, el 2 de abril, el administrador de Hyperin se dirigió a Sanidad para comunicar que era imposible suministrar el modelo propuesto, al tiempo que planteaba como alternativa otro tipo de respirador: el Avante MVP, del fabricante Avante Health Solutions (Louisville, Kenctucky, EEUU).

Alternativa propuesta posteriormente.

Este ofrecimiento fue rechazado por no reunir los dispositivos propuestos "las condiciones y requerimientos exigidos", lo que llevó a Hyperin el 7 de abril a renunciar al contrato y a pedir un número de cuenta para proceder a la devolución del dinero que ya había cobrado de antemano y enviado a EEUU.

Lacruz formalizó la resolución del concreto el pasado 14 de abril, reclamando al proveedor que ingresara los 3.310.560 euros en el Tesoro. Así se lo hizo saber ese mismo día a la empresa la directora general de Cartera Común del Servicio del Sistema Nacional de Salud y Farmacia por medio de un burofax.

A preguntas de El Independiente, fuentes de Hyperin han explicado que cuando el fabricante debía enviar los equipos comprometidos y cobrados comunicó que los había "vendido a otro país", planteándose una alternativa que Sanidad rechazó.

El intermediario dice que el fabricante le ha confirmado ya la transferencia y que el Tesoro recibirá los 3,3 millones que le pagó por adelantado en unos días

Las fuentes dijeron que el fabricante les confirmó este miércoles -dos semanas después de la renuncia- que ya le había realizado la transferencia con la devolución del dinero, lo que Hyperin comunicó por escrito este jueves a Patricia Lacruz. Según sus previsiones, a comienzos de la próxima semana el Tesoro debe haber recuperado ya la cantidad.

La empresa madrileña asegura que no han buscado beneficio económico con esta operación y que tan sólo han tratado de "echar una mano" ante el grave problema de desabastecimiento que existe a nivel mundial, como han hecho otras firmas como la textil Inditex. No sólo no han ganado dinero sino que tendrán que correr con el coste de la transferencia bancaria.

Hyperin centra su actividad en la fabricación y comercialización de un producto biodegradable -con propiedades ignífugas- que puede utilizarse en múltiples aplicaciones como aislante térmico y acústico. Se plantea en la construcción como una alternativa a materiales tradicionales como el pladur y la lana de roca.

Licencia sanitaria de importación

De acuerdo con la información que el Ministerio de Sanidad ha publicado en la Plataforma de Contratación, Hyperin Grupo Empresarial es uno de los dos proveedores a los que se han rescindido contratos hasta ahora. La otra compañía es Inter Pharma, la empresa española que medió en la compra de 659.000 test de diagnóstico fabricados por la china Shenzhen Bioeasy Technology y que el Gobierno ha tenido que devolver al no ofrecer el grado de sensibilidad mínimo.

Sanidad ha adjudicado contratos de emergencia a más de 40 suministradores (nacionales e internacionales), muchos de los cuales se dedican a otras actividades y no cuentan con la licencia sanitaria de importación exigida para realizar este tipo de operaciones. No obstante, la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) puede conceder autorización de forma excepcional debido a la necesidad de material de protección para hacer frente al coronavirus.