La Comisión Europea fija el objetivo de producir hasta 10 millones de toneladas de hidrógeno verde al año para 2030, importar otros 10 millones de toneladas, e invertir 200.000 millones de euros para alcanzar los objetivos de la estrategia de hidrógeno en su plan RepowerEU. La apuesta por el hidrógeno verde como vector energético de futuro es clara por parte de administraciones de todo el mundo. Aun así, el socio de Metyis, Francisco Ruiz, a manifestado que, "si bien es importante promover este nuevo recurso energético para ser más sostenibles y para fortalecer el papel de España como proveedor europeo de hidrógeno verde en el futuro cercano, los planes deben combinarse con las necesarias actuaciones para descarbonizar nuestro sistema de generación eléctrica”.

La IEA (International Energy Agency) ya ha señalado que el desarrollo de la producción y consumo de hidrógeno verde será estratégico en la transición energética hacia modelos más sostenibles. Todo esto, unido al contexto energético actual, que no tiene visos de mejorar en el corto o medio plazo, impulsa la tendencia de aumento de la demanda de hidrógeno verde y se espera que su consumo se multiplique por seis hasta 2050, indicó la consultora. 

Desde la consultora apuntan la necesidad de tomar medidas paralelas para reconfigurar el sistema de fuentes energéticas, de forma que sea más sostenible en su conjunto, pero también más sustentable en el tiempo. Además, subraya que los planes aprobados hasta ahora por el gobierno para lograr sistemas energéticos más sostenibles proponen la electrificación de la economía como una de las medidas clave. 

Ruiz añadió que, “desde nuestro punto de vista, el planteamiento debe estar enfocado con dos perspectivas, una estratégica y otra más a corto plazo. Por un lado a largo plazo habrá que promover y establecer que el hidrógeno permita descarbonizar muchos sectores económicos e industrias calor-intensivas; pero en el corto y medio plazo, debemos apoyarnos en fuentes de energía de bajas emisiones como el gas natural para asegurar el suministro mientras se acometen las inversiones en renovables, almacenamiento energético e hidrógeno verde”, afirmó Ruíz. 

Además, el socio agregó que uno de los grandes retos para garantizar la descarbonización del sistema eléctrico será la atracción de inversiones, que permitan acometer una transformación y digitalización de las infraestructuras existentes.  “Si bien en este ámbito las empresas energéticas van dando pasos, aún necesitamos avanzar mucho y sacar el máximo partido a tecnologías como la inteligencia artificial, el ‘blockchain’ o el IoT, que ayudarán a contar con redes de gas y electricidad más inteligentes que nos permitirán acelerar la integración de los activos de generación y almacenamiento distribuidos, junto a adoptar nuevos mecanismos de balance de demanda en tiempo real, etc.”, explicó.