El problema de los falsos autónomos es una realidad que ha requerido, incluso, de un plan específico para controlarlo por parte del Gobierno. Presente en múltiples sectores, ahora también está afectando al sector de la odontología, tal y como ha reconocido el propio Consejo General de Dentistas.

Para que su presencia disminuya y desaparezca del sector, desde este órgano proponen que se limiten las plazas en las universidades. De este modo, favoreciendo que baje el número de dentistas, volverá a valorarse a los profesionales y dejarán de tener unas condiciones laborales fatales e, incluso, se evitará que muchos de ellos tenga que emigrar a otros países, según denuncia el Consejo.

La figura del falso autónomo

Cabe recordar que la figura del falso autónomo, de los que se estiman que hay alrededor de 225.000 en España, es un tipo de fraude que utilizan las empresas para reducir los gastos a la hora de tener empleados. Es decir, que les permite tener el mismo número de efectivos pero a un coste mucho menor, puesto que el pago de las cotizaciones sociales correrá a cargo del propio trabajador. Esta situación correspondería a un profesional autónomo. Sin embargo, se enmascara bajo el RETA un alta laboral que, en realidad, debería ser la de un asalariado. Lo que obligaría a la empresa a ser ella la que asuma los costes de la Seguridad Social. Esta treta supone menos derechos laborales para los profesionales en cuestión, y también un problema para la Seguridad Social que, se calcula, deja de embolsar unos 592 millones al año por este problema.

Otros problemas denunciados por el sector

En cuanto a la odontología en general, desde el Consejo General de Dentistas, no creen que este sea el único problema que haya que atajar en el sector. Por ello, proponen otras dos reformas para tratar de mejorar las condiciones de los profesionales.

La primera es la creación de especialidades, favoreciendo la formación y capacitación de los dentistas. Esto, creen, se traducirá en una atención más segura y de más calidad para los pacientes y además elevará a los dentistas españoles al nivel del resto de Europa (salvo Austria y Luxemburgo), en donde los profesionales del sector tienen títulos oficiales especialistas.

Su última propuesta es la aplicación de la Ley 2/2007 de Sociedades Profesionales para evitar el intrusismo que existe en la profesión. Con el cumplimiento de la legislación los Colegios Profesionales estarían capacitados para sancionar a quienes realicen actividades sin la colegiación obligatoria pertinente.