El Ministerio de Hacienda ha hecho públicas las cuentas de la Seguridad Social del mes de marzo y los resultados son muy positivos para las arcas públicas. En los Fondos de la Seguridad Social se ha obtenido un superávit equivalente al 0,38% del PIB, provocando un aumento del 147,1% sobre el registro del mismo periodo del pasado año.

El propio Sistema de la Seguridad Social registra un superávit de 3.717 millones. Esto supone un 0,3% del PIB y un incremento de 0,19 puntos porcentuales. Estos resultados de producen por el aumento de los ingresos por cotizaciones (+11,1%), mientras que las prestaciones sociales y las pensiones contributivas sólo aumentan en un 7,6% y un 7,1%, respectivamente.

La aportación de los autónomos a este superávit

El propio documento del Ministerio de Hacienda hace referencia a que esta evolución favorable del mes de marzo se debe, entre otras cosas, a las medidas que afectaron a los trabajadores autónomos según el Real Decreto-Ley 28/2018. Dichas medidas se traducen, en definitiva en que los autónomos pagan más, debido principalmente a dos razones:

  • A los autónomos se les incrementó las bases y tipos de cotización (con subidas ya programadas y activas para próximos años).
  • A los autónomos se les obliga ahora a cotizar por más partidas. Es decir, a pagar más, por tener nuevas coberturas que antes no eran obligatorias.

Desde el pasado 1 de enero, la base mínima por cotización de los trabajadores por cuenta propia aumentó un 1,25. Es decir, cada autónomo paga cinco euros más al mes desde ese momento. Los autónomos societarios llegan a una cuota de 264,22 euros mensuales, siendo su base mínima de cotización 1.214,04 euros. Los profesionales autónomos, por su parte, llegan hasta los 283,3 euros de cuota, siendo su base mínima de 944,4 euros al mes.

Además, la Seguridad Social también ha tenido más ingresos por la ampliación de cotización de los autónomos en contingencias profesionales, cese de actividad y formación. Como indicábamos, antes sólo lo hacían por contingencias comunes (enfermedades comunes y accidentes no laborales). Al haber más coberturas, los autónomos pagan más, y de ahí proviene también parte del superávit registrado.