La Comisión de Trabajo del Congreso está preocupada por determinados factores que influyen sobre el sistema de pensiones. De hecho asumen en una presentación que el sistema es solvente, pero que sería necesario realizar diferentes ajustes para sacar un mayor rendimiento. Con el objetivo final de que la progresión sea ascendente.

Uno de los principales problemas radica en la preocupación de la opinión pública sobre el sistema de pensiones, especialmente motivado por la alarma que crean los medios de comunicación al respecto, siempre según el análisis de la Comisión. Esto provoca un déficit en las cotizaciones que lo que consigue es, precisamente, que tanto el fondo de reserva como el de la propia Seguridad Social continúen disminuyendo.

Los autónomos no encuentran incentivos

Los autónomos, uno de los principales pilares del sistema, también perciben estas sensaciones negativas. Según el informe, funcionan como un desincentivo y generan desafección por el sistema, lo que genera una disminución de las cotizaciones sociales de estos trabajadores. La razón principal para ello es la creencia de que no les compensará.

Del mismo modo, esta situación provoca que existan más jubilaciones anticipadas. Así, baja el número de personas que cotizan y, a su vez, sube la cifra de pensionistas para asegurarse cobrar su correspondiente jubilación.

Aviso: menos ayudas para aminorar gastos

Tras realizar el análisis completo de la situación, la Comisión de Trabajo ha señalado una serie de gastos impropios o situaciones que generan una merma de ingresos al sistema y que será necesario adecuar para una mejora de la situación.

Entre estos se encuentran las subvenciones implícitas a regímenes especiales, en los que podrían enmarcarse los propios trabajadores por cuenta propia. Asimismo, también se señalan las actuales medidas de fomento para el empleo, los propios gastos de funcionamiento y las prestaciones de carácter universal.

Además, aunque las previsiones apuntan a un gran aumento de las jubilaciones en los próximo años, la Comisión cree que el sistema podrá seguir funcionando. Para ello proponen aprovechar el potencial de la inmigración, así como establecer políticas adecuadas para fomentar la natalidad española que, en la actualidad, está por debajo de la media europea.