Según un análisis de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), en mayo un 15% de los trabajadores por cuenta propia estaba utilizando las bonificaciones derivadas de la tarifa plana.

Las comunidades con más beneficiarios son Andalucía, Cataluña y Madrid. La primera suma un total de 96.246; la segunda 83.866 y la tercera llega hasta los 72.973. Por su parte, en lo que respecta a sectores, la hostelería y el comercio son los más numerosos, alcanzando entre ambos el 45%.

Se pierden casi los mismos autónomos que se dan de alta

Sin embargo, los datos que vienen después no son nada alentadores. Y es que, como lleva ocurriendo en los últimos años, la mayoría de esos trabajadores por cuenta propia no continuarán su actividad pasados los dos años de ayuda. Según afirman, ni siquiera medidas especiales que emplean algunas comunidades (con ayudas extra) ayudan a paliar este problema.

En concreto, y según sus cálculos, sólo el 13% de estos profesionales (63.000), se mantendrán activos tras dos años.

Sin ir más lejos, durante el pasado ejercicio, se sumaron al RETA un total de 650.000 autónomos. Sin embargo, prácticamente la misma cifra fue la que se perdió. Por ello, desde la confederación de profesionales creen que hay que hacer una serie de cambios con esta medida, que “nos ha llevado a un gasto desmesurado de la Seguridad Social, sin que exista una correspondencia en la implantación de actividades económicas estables” y que “solo ha servido para maquillar la realidad del mercado de trabajo por cuenta propia”, afirman desde UPTA.

Apuestan por una tarifa plana justificada

El modelo que propone la confederación es basarse en el mismo modelo que se aplica a los emprendedores extracomunitarios. De esta forma, sería necesario justificar el tener esa tarifa plana y hacer la solicitud “en base a un proyecto de negocio sólido y fundamentado”, como explica Eduardo Abad, presidente de UPTA.

Así piden que, a través del nuevo sistema de cotización por ingresos reales, se tenga también en cuenta esta tarifa plana. El motivo es evitar que autónomos con volumen de negocio elevado no coticen más que esos 60 euros. Principalmente porque, según sus datos, un 12% de los beneficiarios de esta ayuda tienen rendimientos superiores a los 12.000 euros anuales y un 17% entre los 15.000 y los 45.000 euros.

También piden que continúen las ayudas para aquellos emprendedores que lo necesitan y que forme parte de las políticas activas del SEPE.