La señal V5 —un triángulo equilátero invertido con bordes reflectantes rojos y centro fluorescente— es un elemento crítico para la seguridad vial. Su presencia en la parte trasera de un vehículo advierte a los conductores que circulan detrás de que se trata de un vehículo lento, incapaz de superar los 40 km/h por razones de construcción.
Este dispositivo, homologado y regulado por el Real Decreto 1428/2003, es común en maquinaria agrícola, remolques, tractores y vehículos especiales. Su identificación requiere una respuesta inmediata por parte de los conductores para evitar colisiones y garantizar la fluidez del tráfico.
Riesgos asociados a la circulación detrás de vehículos lentos
La diferencia de velocidad entre un automóvil convencional y un vehículo con señal V5 puede superar los 60 km/h en autovías, donde la velocidad media ronda los 100-120 km/h. Esta disparidad genera un riesgo elevado de alcances, especialmente en condiciones de baja visibilidad o curvas cerradas.
Estudios indican que el 70% de los accidentes en carretera involucran errores de cálculo al adelantar o frenar. Por ello, la señal V5 actúa como un aviso preventivo para que los conductores ajusten su velocidad y mantengan una distancia de seguridad mínima de 50 metros.
Medidas de precaución al detectar la señal V5
Al identificar la señal, el conductor debe reducir gradualmente la velocidad y evaluar las condiciones del tráfico. Si decide adelantar, debe verificar que la maniobra sea legal y segura:
- Comprobar la visibilidad: En vías de doble sentido, asegurarse de que no hay vehículos en sentido contrario en un radio de al menos 150 metros.
- Señalizar con antelación: Activar el intermitente izquierdo 3 segundos antes de iniciar el adelantamiento.
- Acelerar con decisión: Superar al vehículo lento sin exceder el límite de velocidad de la vía.
- Mantener la distancia al reintegrarse: Regresar al carril solo cuando el vehículo adelantado sea visible en el retrovisor central.
En situaciones de tráfico denso o mal tiempo, se recomienda evitar el adelantamiento y seguir al vehículo lento hasta que las condiciones mejoren. Además, es crucial recordar que estos vehículos suelen realizar paradas frecuentes para labores agrícolas o descargas, lo que aumenta el riesgo de colisiones laterales o frontales.
Ignorar las precauciones ante la señal V5 no solo pone en peligro vidas, sino que puede derivar en sanciones económicas y pérdida de puntos en el carné. La normativa española exige a los conductores adaptar su velocidad a las circunstancias, un principio recogido en el artículo 48 del Reglamento General de Circulación.
Técnicamente, la señal V5 está fabricada con láminas reflectantes de aluminio y materiales fluorescentes para garantizar su visibilidad en todas las condiciones lumínicas. Su incorrecta instalación —por ejemplo, en ángulos incorrectos o con daños en la superficie reflectante— anula su eficacia, por lo que los operadores de vehículos lentos deben inspeccionarla periódicamente.
En conclusión, la señal V5 es un sistema de alerta temprana que demanda atención y responsabilidad. Su presencia exige una conducción defensiva, paciencia y estricto cumplimiento de las normas de adelantamiento para preservar la seguridad de todos los usuarios de la vía.
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