El alcalde de Manlleu (Barcelona), Àlex Garrido (ERC), que dimitió la semana pasada tras difundirse un vídeo en el que se le veía ebrio, ha reconsiderado su decisión y seguirá en el cargo: "He decidido mantener y reafirmar mi compromiso con la ciudadanía de Manlleu, a quien me debo, y agotar el mandato que se me encomendó ahora hace un año y medio", aunque ha dicho que no se volverá a presentar como candidato a la Alcaldía.

En un comunicado este jueves, ha destacado que tras la difusión de ese vídeo ha recibido "un apoyo que va mucho más allá" de la candidatura que lideró en las elecciones municipales del año pasado.

También ha afirmado que esta situación ha hecho emerger un debate sobre la ejemplaridad de los representantes políticos y los límites entre su vida pública y privada: "Hoy he sido yo el que se ha encontrado en el centro de la polémica de manera involuntaria, pero cerrar este debate en falso hará que muchos otros se puedan ver abocados en él en un futuro".

Por eso, ha explicado que en el próximo pleno municipal llevará una propuesta dirigida "al conjunto del país para acoger una jornada de reflexión colectiva de primer nivel para abordar este debate".

Garrido dimitió la semana pasada después de que se publicaran unas imágenes suyas grabadas este verano en que aparece en estado de embriaguez mientras los agentes de seguridad lo echaban de un local de ocio, y días después anunció, en un discurso ante unas 400 personas que se concentraron para apoyarle, que se iría unos días al Monasterio de Montserrat (Barcelona) para reflexionar si se replanteaba su dimisión.