España

Cataluña vuelve a las terrazas "hasta que nos cierren en enero"

Un hombre lee el periódico en una terraza, el primer día de reapertura de la restauración EFE

"Ya estamos de vuelta, a ver por cuánto tiempo". La frase se repetía ayer en bares y restaurantes de Cataluña que recuperaban la actividad parcialmente con la primera fase de la reapertura en Cataluña. "La apuesta mayoritaria entre los clientes es que en enero nos vuelven a cerrar" sentencia Ian tras el primer día de reapertura parcial. Pero todos coinciden en que "la gente tenía ganas de volver". La tónica general: "a mediodía ha sido flojo, parecía que no arrancaba pero por la tarde muy bien".

El 70 % de los bares, restaurantes y cafeterías de Barcelona han reanudado este lunes su actividad tras 40 días de cierre obligado por las restricciones impuestas para luchar contra la covid, según los cálculos del Gremio de Restauración de Barcelona.

La proporción de locales que han decidido levantar la persiana es menor entre aquellos restaurantes que están enfocados especialmente en las cenas o en los establecimientos más pequeños que no tienen terraza, lo que dificulta su quehacer en esta primera etapa de la actual desescalada.

Menú cerrado para cenas

Es el caso del Tram-Tram, un restaurante con una selecta carta que ha reabierto este lunes, solo a mediodía. Su dueño, Isidre, ha optado por esta reapertura parcial y las noches de jueves, viernes y sábado con menú cerrado. "Cada plato a la carta es una cocción final de algo más de 5 minutos, para una mesa de cuatro ya es media hora, cerrando a las 21.30 es inviable" sin un menú cerrado, argumenta.

Todo el sector de la restauración de Cataluña puede volver a abrir desde este lunes hasta las 21.30 horas y con un aforo interior permitido del 30 % mientras que en el exterior las terrazas pueden estar al cien por cien, aunque manteniendo las distancias de seguridad. Pero muchos restaurantes seguían cerrados este lunes, aunque las terrazas abiertas estaban abarrotadas a las ocho de la tarde.

En un comunicado, el director del Gremio de Restauración, Roger Pallarols, ha subrayado que todavía hay muchos negocios que "no ven viable la reapertura" debido a las condiciones de este primer tramo de la desescalada.

Control de clientes

La reapertura ha sido "fantástica" para Damián, bar restaurante con una terraza envidiable en un parque. Y aun así, "es difícil" argumenta, porque cada vez que llega un grupo de más de cuatro personas "tienes que pedir documentación para ampliar la mesa". DNI, carné universitario o de residencia para demostrar que los comensales pertenecen a la misma burbuja de convivencia.

"Casi todo el mundo se lo toma bien, aunque ha habido un cliente que se ha molestado" reconoce con una sonrisa resignada que se adivina tras la mascarilla. Tampoco es fácil adaptarse al "horario europeo" impuesto por el toque de queda.

Los bares y restaurantes deben cerrar a las 21.30, "mesas pagadas y empezar a recoger". Todo un reto para los horarios españoles, aunque este lunes las "ganas de salir" han podido con los inconvenientes y los comensales llegaban a las 20.00 horas dispuestos a cenar. Pero Damián tiene claro que "estaremos así hasta marzo" con un horario que castiga a la restauración pero que la Generalitat ha dejado claro que será la última restricción en levantar.

Para permitir que todos los establecimientos puedan abrir y que, por tanto, sus trabajadores abandonen los ERTE, el Gremio ha reclamado a la Generalitat que alargue el horario límite de apertura hasta las 00.00 horas, lo que implica la modificación del toque de queda, que ahora es hasta las 22.00 horas.

Terrazas abiertas

El Govern ha dejado claro, además, que controlará el formato de las terrazas, abiertas al 100% a condición de mantener la distancia de dos metros entre comensales de mesas diferentes y cuatro personas por mesa. El conseller de Interior, Miquel Sàmper, ha advertido además contra la tentación de convertir las terrazas en salas de estar, cerradas por paredes de metacrilato y toldos.

"Las terrazas deben tener como mínimo dos laterales abiertos, ya que si no tendrán que cumplir con las restricciones fijadas para el interior de los locales" ha advertido en rueda de prensa. Sàmper ha resaltado que la ventilación es un "elemento clave" para evitar el contagio del coronavirus, por lo que ha pedido a los restauradores que lleven a cabo un "cumplimiento real" de las condiciones de reapertura.

"Y en Madrid todo es diferente, pero como lo han dejado todo en manos de las comunidades" argumenta Damián. "Tampoco me parece bien". Unas diferencias que generan dudas en el sector, como el uso de la barra. "No lo tenemos claro, pero no la estamos usando".

Y en Navidad ¿qué?

Isidre mira con esperanza las próximas semanas, pero coincide con las dudas a partir de enero. Mientras, las expectativas difusas puestas en la Navidad. "Nos llaman clientes preguntándonos si podremos ofrecer servicio a grupos grandes en Navidad ¿y yo qué sé? no puedo contestarles".

Como sector, añade, "nos han tratado como a una mierda" con un cierre que según este restaurador ha dejado a restaurantes "con deudas de 600.000 euros" con los proveedores. "Y mientras, para Hacienda seguimos abiertos, y pagando cotizaciones de la Seguridad Social". Una situación que le lleva a afirmar convencido que muchos no saldrán adelante tras la pandemia. "Los que estaban muy enganchados" grandes cadenas y restaurantes endeudados, "no sobrevivirán".

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