La Armada no llega a cubrir con su asignación de los Presupuestos de 2021 el coste "mínimo imprescindible" para "poder sobrevivir y hacer frente a las misiones" que tiene encomendadas, algo que lleva ocurriendo desde la crisis de 2008, cuando se dejaron de construir buques.

Según ha expuesto este miércoles el jefe del Estado Mayor de la Armada (AJEMA), almirante Teodoro López Calderón, desde 2008 se cubre de media solo el 70 % del coste mínimo -"ni siquiera el adecuado", ha dicho- para sostener las capacidades de la Armada y llevar a cabo sus misiones, informa Efe.

"Este año es muy parecido, nos va a seguir faltando el dinero", ha afirmado este miércoles durante un encuentro con periodistas, en referencia al proyecto de presupuestos del Estado de 2021, que recoge 9.409 millones de euros para Defensa, un 4,6 % más que en 2020.

El principal problema es el "parón de la construcción durante 8 ó 10 años"

El principal problema, ha expuesto, es el "parón de la construcción durante 8 ó 10 años". "Si la Armada tiene 60 barcos y un barco dura 30 años, tendríamos que hacer 2 barcos anuales. Si hay una interrupción de 8 o 10 años, hemos perdido casi 20 barcos", ha asegurado.

En la última década, según fuentes de la Armada, se han dado de baja 27 buques y de alta tan solo 8. Las embarcaciones actuales tienen una media de 27 años de antigüedad, cuando su vida útil recomendable es de 30 a 35 años.

Los que llevan más urgencia son los de rescate submarino, que alcanzan algunos los 42 años de antigüedad, así como los hidrógrafos, con los que la Armada asume la responsabilidad de llevar al día la cartografía náutica.

Las fragatas actuales (11) no se empezarán a sustituir por las nuevas F110 hasta 2027, por lo que las más antiguas, las F80 (hay 6 en la Armada) tendrán que estirar su vida útil 7 años más y contarán con alrededor de 40 cuando se den de baja.

También es necesario sustituir los submarinos, con una flota que se reduce a medida que pasan los años ya que los de la serie S70 están llegando a su límite de antigüedad. El pasado junio, dejó de operar el Mistral y la Armada se quedó con dos sumergibles hasta que reciba el primero de los cuatro S80 que construye Navantia, cuya botadura se ha retrasado por el covid a marzo de 2021.

De no aumentar el presupuesto en los próximos años, ha indicado el almirante, la Armada perderá capacidades y tendrá que recortar sus actuaciones. En estos momentos tiene a una veintena de buques en el mar con 1.643 militares navegando, además de otros 652 desplegados en tierra.

Participan en misiones como Atalanta, la operación de la UE de lucha contra la piratería en el Índico, o Sea Guardian, la misión de la OTAN para controlar el tráfico marítimo en el Mediterráneo, donde tiene desplegado un submarino, así como en una segunda misión permanente de la Alianza Atlántica en este mar.

De no aumentar el presupuesto en los próximos años, la Armada perderá capacidades y tendrá que recortar sus actuaciones

España tiene también dedicado un buque, el Tornado, a vigilar el Golfo de Guinea para prevenir la piratería contra barcos de pesca y de transporte energético.

Su ambición, ha dicho el almirante López Calderón, es mantener esta última misión netamente española. "Pero todo va a depender del sostenimiento de los barcos", ha añadido para apostar por una operación que protege una zona con muchos intereses españoles y donde "la piratería está aumentando".

La Armada también participa en la misión de la UE en Mali y tiene alistados tres buques para intervenir como barcos medicalizados, si fuera necesario, en la misión Baluarte de lucha contra el coronavirus.

Además, se dedica de forma permanente a la vigilancia y seguridad de las aguas españolas y a la actualización de la cartografía submarina.