La portavoz de JxCat en el Congreso, Laura Borràs, será la presidenciable del partido en las próximas elecciones catalanas del 14 de febrero, después de imponerse a Damià Calvet en las primarias celebradas este fin de semana.

Según ha anunciado JxCat, Borràs se ha impuesto claramente con 2.954 votos (un 75,8% del censo total) a su rival, el actual conseller de Territorio y Sostenibilidad de la Generalitat, que ha sumado 799 votos (20,5%), mientras que ha habido 145 votos en blanco.

Laura Borràs ha protagonizado en tres años un ascenso imparable desde que Carles Puigdemont la fichó para JxCat y se convirtió en persona de confianza de Quim Torra, hasta aspirar ahora a ocupar la presidencia de la Generalitat e intentar hacer efectiva, esta vez sí, la independencia de Cataluña.

Nacida en Barcelona en 1970, amante de la cultura y experta en filología románica, Borràs fue uno de los flamantes fichajes de Puigdemont en las elecciones del 21 de diciembre de 2017.

Ocupó el quinto lugar por Barcelona como independiente. Con el aval de Puigdemont desde Waterloo, fue su sucesor en la presidencia, Quim Torra, quien la designó como consellera de Cultura en marzo de 2018. Se convirtió en uno de los perfiles del Govern más fieles al nuevo president.

Apenas estuvo un año y dos meses en el cargo, en un momento convulso de la política catalana. Borràs, una firme defensora del catalán, fue criticada por la oposición por haber firmado en su etapa anterior, junto a otros académicos, el polémico manifiesto del Grupo Koiné, que definía el castellano como "lengua de dominación".

De su paso por el Parlament dejó momentos como aquel en el que todos los diputados de Ciudadanos le mostraron ejemplares de El Quijote y Borràs les respondió, con una sonrisa, que el mejor homenaje a Cervantes era "leer" su libro, recordando que ella había hecho estudios acerca de esta obra como experta universitaria.

Trayectoria universitaria

Borràs fue profesora universitaria durante años. Licenciada en Filología Catalana por la Universidad de Barcelona, se doctoró en Filología Románica con la tesis "Formas de la locura en la Edad Media".

En 2013 fue nombrada directora de la Institución de las Letras Catalanas (ILC), cargo del que dimitió tras ser elegida diputada en el Parlament y por el que está siendo investigada por presuntas irregularidades, lo que para algunos puede lastrar su carrera política.

Fue el impacto emocional del 1-O, las cargas policiales, el 155 y el encarcelamiento y huida al extranjero de los líderes del 'procés' lo que la convenció para saltar a la arena política.

En apenas tres años ha sido diputada en el Parlament, consellera de la Generalitat y, desde mayo de 2019, diputada en el Congreso, donde ejerce como portavoz de JxCat.

Su recorrido como portavoz del partido en Madrid no ha sido un camino de rosas. A la cada vez mayor distancia estratégica con una ERC favorable al diálogo y los pactos con el Gobierno, se suma la división interna entre diputados de JxCat y el PDeCAT con la que ha tenido que lidiar.

Además, en junio de este año, el Congreso dio luz verde al suplicatorio del Supremo para juzgar a Borràs por la presunta adjudicación irregular a un amigo de 18 contratos por valor de 259.863 euros cuando dirigía la ILC, hechos que podrían constituir presuntos delitos de prevaricación y malversación, entre otros.

Carismática, cercana y empática, amante de la literatura y el cine, Borràs ha logrado apoyos destacados como el de Torra, el vicepresidente del Parlament Josep Costa, el conseller Jordi Puigneró o los diputados Francesc de Dalmases -uno de sus grandes amigos- y Jaume Alonso-Cuevillas, además de Jordi Ferrés, candidato también a las primarias que ha renunciado a última hora.

También suma multitud de apoyos desde su etapa de consellera en redes sociales, donde es muy activa y comparte sus versos favoritos.

Borràs abandera el sector de JxCat partidario de un choque más directo con el Estado, que da por amortizado el diálogo y rechaza caer en el "autonomismo", como demuestra su "no" a los presupuestos.

Apuesta por unir fuerzas del independentismo, sin bajar el ritmo del 'procés', y pelea por feminizar la política, lo que será su otro reto. 

Como presidenciable de JxCat en las elecciones, aspira a convertirse en la primera presidenta mujer de la historia de Cataluña y lograr lo que no pudieron ni Puigdemont ni Torra: la independencia.