El Gobierno ha modificado, como ya avanzó a finales de septiembre, el nombre de la estación madrileña de Chamartín, que pasará a denominarse Estación de Madrid-Chamartín-Clara Campoamor en honor a la promotora y defensora del derecho de voto de las mujeres.

El Ejecutivo ha adoptado esta decisión en el marco de la actual remodelación de la estación y la operación urbanística en curso y de cara a la próxima conmemoración de los 90 años del voto femenino en España, que se celebrará el 1 de octubre de 2021, según indica en la orden publicada este miércoles en el Boletín Oficial del Estado (BOE).

Clara Campoamor se licenció en Derecho el 19 de diciembre de 1924 y, con 36 años, se convirtió en una de las pocas abogadas españolas de la época, incorporándose al Colegio de Abogados de Madrid, en donde ya estaba colegiada Victoria Kent, su gran rival parlamentaria.

Campoamor mantuvo una gran actividad en defensa del sufragio femenino y, tras proclamarse la Segunda República, fue elegida diputada por Madrid por el Partido Radical en las elecciones de 1931. Entonces las mujeres podían ser elegidas, pero no podían votar.

En 1931 formó parte de la Comisión Constitucional que elaboró el proyecto de Constitución y el 1 de octubre se aprobó el artículo 36 que posibilitó el voto femenino.

En consecuencia, las mujeres pudieron votar por primera vez el 19 de noviembre de 1933 en las elecciones generales.

El cambio de denominación de la estación, que parte de los Ministerios de la Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática y del de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, será efectivo a partir de mañana.

Nudo en el norte de Madrid

La estación de Chamartín, ubicada en el barrio del mismo nombre, da servicio a los trenes de Cercanías, a los de medio y largo recorrido y a los servicios de metro, siendo una de las estaciones, junto a Atocha, con más usuarios de Madrid.

La estación, que tiene sus orígenes en los planes que se iniciaron durante la Segunda República, fue inaugurada en 1967.

En la actualidad, la estación de Chamartín -que opera como un gran intercambiador de transportes- centraliza todas las comunicaciones ferroviarias desde la capital hacia el noroeste de la península.