Vodafone ha cerrado la ronda de presentaciones de resultados este martes de las empresas de telecomunicaciones. Y lo hace, además, con números que invitan a la preocupación dentro del sector por el retroceso en los ingresos.

En concreto, los ingresos por servicio alcanzaron los 3.788 millones de euros durante su año fiscal, un 2,8% menos. Respecto al último trimestre, la facturación por servicio en el cuarto trimestre alcanzaron 951 millones de euros, disminuyendo un -1,3% en orgánico (Q3: -1,1%) frente al mismo período del ejercicio anterior. El descenso se debió a la fuerte presión competitiva y al impacto de los cambios en la regulación de números premium (902).

Respecto al Ebitda, Vodafone alcanzó la cifra 1.044 millones de euros, creciendo un 3,4% más debido a los menores costes comerciales y el menor impacto de los derechos del fútbol.

 “Este año fiscal ha sido muy complejo y desafiante y no hubiéramos podido asegurar las comunicaciones y mantener el nivel de servicio durante el confinamiento si no hubiera sido por la colaboración de empleados, proveedores, clientes y del conjunto de la sociedad. Quiero, además, agradecer especialmente a nuestros empleados su esfuerzo, dedicación y compromiso con los resultados durante un año de importantes retos”, ha resumido el consejero delegado en España Colman Deegan.

Gana clientes

Respecto a la cartera de clientes, en telefonía móvil de contrato se incrementó en 70.000, hasta 11,4 millones a pesar de la agresividad promocional posterior al cese de las restricciones por el confinamiento en Q1 y al incremento de las portabilidades móviles.

La base de clientes de banda ancha aumentó en 21.000 en el año hasta 3,2 millones y la de clientes de fibra se incrementó en 109.000 debido la transición a planes de mayor velocidad.

Respecto a la televisión, Vodafone creció con 156.000 clientes en el año, hasta más de 1,6 millones.