El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, ha asegurado hoy que el traslado de todos los presos de ETA a cárceles vascas o próximas a Euskadi sólo responde al cumplimiento de la ley. Ha afirmado que si su dispersión, aplicada desde hace mas de treinta años, respondió a una medida de "política antiterrorista", diez años después del final de la banda, "las políticas son de otro modo, de aplicación de la ley".

Durante una visita al Centro Memorial de Víctimas del Terrorismo en Vitoria, el ministro ha subrayado que la dispersión de los presos de la banda "dio resultados importantes y decisivos" pero ahora era necesaria otra política con este colectivo.

Ha evitado confrontar con las asociaciones de víctimas que se han mostrado críticas con el acercamiento generalizado de presos -como la AVT- "me merecen el máximo de los respetos", ha apuntado, "pero sí confrontaré con los partidos como los de la derecha, que utilizan y siguen utilizando el terrorismo como herramienta política": "Lo hacen de manera improcedente e impertinente". Preguntado por si a partir de ahora, una vez culminados los acercamientos -iniciados en 2018- que permiten a todos los presos de ETA cumplir sus condenas en prisiones al norte de Madrid, se iniciará una nueva fase con más progresiones de grado, Marlaska ha señalado que eso corresponderá a los jueces y fiscales: "Será la aplicación de la ley".

Ha subrayado que lo único que se ha llevado a cabo en este tiempo es la aplicación de la ley general penitenciaria mediante procesos individualizados a cada preso en función de sus circunstancias.

Investigación y divulgación

El ministro ha participado en un acto de presentación del primer tomo de la trilogía 'Historia y Memoria del Terrorismo en el País Vasco', promovido por el Instituo Valentín de Foronda y que realiza un repaso histórico por la historia del terrorismo en Euskadi. Marlaska ha destacado la importancia divulgativa y de construcción de la memoria que tienen trabajos "rigurosos" como éste: "Es una forma de preservar no sólo su memoria sino los valores democráticos, la defensa del Estado de derechos, de la libertad y los derechos humanos para que nunca más sean arrebatados por el terrorismo".

Se ha felicitado del avance producido en los últimos años en la producción de investigaciones históricas, divulgativas e incluso en el campo audiovisual que permiten asentar la historia de lo sucedido: "Hay que seguir avanzando en el conocimiento científico del pasado con las víctimas en la centralidad".

En el acto también ha intervenido el director del Centro Memorial, Florencio Domínguez, quien ha destacado la rigurosidad de la investigación llevada a cabo en este trabajo que repasa el impacto del terrorismo en Euskadi con las víctimas como eje central: "Hoy ya no se puede hacer historia del terrorismo sin mencionar a las víctimas, como se hacía antes. Ahora incluso quienes apoyaban el terrorismo aparentan apoyar a las víctimas, no lo harán hasta que no condene lo ocurrido".

"Viví el infierno en vida"

Entre los paticipantes en la presentación de este primer tomo de la historia del terrorismo en el País Vasco figuraba Ángel Altuna, ETA PM asesino a su padre, el policía nacional Basilio Altuna, cuando él tenía 17 años. Ha relatado cómo tuvo que hacer frente a un episodio dramático como ese siendo apenas un adolescente, "vivi el infierno en vida".

El abandono institucional, el judicial -su caso fue archivado tres días después de abrirse- y la revictimización a la que su familia se vio sometida "cuando escuchas que somos vengativos, que no miramos al futuro": "Pese a todo eso, sigo creyendo en el Estado de Derecho".