Irune Costumero, la madre que sentó en el banquillo a los responsables del servicio foral de infancia de Vizcaya por quitarle a su hija, ha lamentado la sentencia absolutoria hecha pública este miércoles, al entender que "somete a la niña a la tortura de volver a vivir con quien no la trata bien", en referencia a su padre.

En declaraciones a Efe, Costumero ha expresado su "tristeza" por la resolución que absuelve a los cuatro acusados, pero ha asegurado confiar en que su recurso ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) corregirá "esta injusticia".

"Ni la Diputación Foral, ni la Sala, ni la fiscal, que se han mostrado pro-SAP -en referencia al síndrome de alienación parental-, se han parado a pensar en el interés y el bienestar de la menor", ha reprochado.

A su entender, la resolución de la Audiencia de Vizcaya obligará a su hija "a volver a vivir con su padre, con quien no quiere estar y hacia quien siente un rechazo absoluto, como dijeron los peritos en el juicio".

Desde hace cuatro años la menor vive con el progenitor después de que la Diputación Foral resolviera anular el régimen de custodia compartida dictado por un juez.

Costumero ha recordado que en la vista oral su letrado advirtió de la falta de imparcialidad de la Sala en este procedimiento y pidió su recusación después de que sobreseyera en dos ocasiones los malos tratos del padre a la menor relatados por la pequeña y con partes de lesiones por parte de un hospital.

La madre ha apreciado "falta de formación" en materia de violencia contra la mujer tanto en los jueces como en la fiscal que han llevado este caso.

La niña siente un rechazo absoluto hacia su padre, como dijeron los peritos en el juicio"

Ha recordado que, para pedir la absolución de los acusados, la fiscal defendió un su alegato final la existencia del síndrome de alienación parental sobre el que se justificaba la retirada de la custodia de su hija a Costumero, al considerar que ponía a la niña en contra del padre.

Irune Costumero ha explicado que la relatora de la ONU sobre violencia contra la mujer reprochó a España "y le dio un tirón de orejas" por usar el SAP, inexistente en la literatura médica y rechazado por el Consejo General del Poder Judicial, al estimar que suele utilizarse para restar credibilidad a las mujeres víctimas.

La madre ha anunciado que recurrirá porque cree que "la verdad solo tiene un camino" y porque confía en que el TSJPV resuelva a favor de las "víctimas" de este caso, ella y su hija.

Ha agradecido todo el apoyo y la solidaridad que ha recibido de otras mujeres víctimas, de asociaciones y grupos de mujeres y de la ministra Irene Montero, que la han "acompañado en este duro camino", y se ha dirigido a todas esas personas para comunicarles que seguirá "luchando" por ella y por otras madres y otros hijos en su misma situación.